La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, recibió ayer las señales que necesitaba de parte de la Casa Rosada y entabló negociaciones con los principales dirigentes de Alternativa Federal para avanzar en un acuerdo que podría ser clave en su objetivo de lograr la reelección en la provincia más grande del país, gobernada por Cambiemos.
Vidal analiza convertirse, en simultáneo, en candidata a gobernadora de Mauricio Macri y de quien surja como postulante de Alternativa Federal.
Convertirse en colectora de ambos espacios es la posición que Vidal fue autorizada a negociar como un modo de garantizar un triunfo que, de lo contrario, aparece cada vez más lejano por los magros números que muestra el presidente Mauricio Macri cuando se proyectan escenarios para el 27 de octubre, día para la primera vuelta presidencial y también para las elecciones bonaerenses, en las cuales no hay segunda vuelta.
Ayer Vidal compartió su plan con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y con el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
La posibilidad de la postulación para competir con dos canastas es barajada desde hace unos 10 días por el Vidal y por sus estrategas políticos. Pero el plan se activó tras la confirmación de que Axel Kicillof y Verónica Magario será la fórmula del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.
En Alternativa Federal, tanto el gobernador Juan Schiaretti como el salteño Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto estarían de acuerdo con el plan, debido a que el espacio peronista carece de un candidato fuerte en Buenos Aires.
Sergio Massa, el otro cofundador de Alternativa Federal, también está al tanto de la movida, aunque sobre él se ciñen dudas porque todavía coquetea con el kirchnerismo.
Fernández, en la clínica
El candidato a presidente Alberto Fernández ingresó anoche a una clínica privada para realizarse estudios médicos. Dijo que son de rutina y que se encuentra bien.
