Llegó el calor, y con él, la necesidad de postres que sean livianos y refrescantes. Si buscás una opción que sea a la vez saludable, sabrosa y muy fácil de preparar, tenés que probar esta mousse de frutillas. Esta receta es ideal para sorprender a grandes y chicos en la merienda o comer después de un almuerzo en familia.
Para empezar, la lista de ingredientes es corta y precisa, perfecta para hacer una compra rápida. Vas a necesitar 250 gramos de frutillas frescas, una taza de yogur natural y el endulzante que más te guste, ya sea miel, stevia o azúcar. El secreto para que la mousse tome esa textura espectacular reside en la gelatina sin sabor: para eso, tenés que sumar 7 gramos de gelatina y 25 mililitros de agua fría para hidratarla.
Paso a paso del mousse de frutillas
Una vez que tengas todo sobre la mesada, arrancamos con la preparación:
Paso 1: primero, tenés que lavar muy bien las frutillas y sacarles el cabito. Después, las licuás o las pasás por el mixer junto con el yogur natural y el endulzante. El objetivo es obtener un puré bien suave.

Paso 2: en un recipiente aparte, hidratá la gelatina sin sabor con los 25 ml de agua fría. Dejala absorber por unos minutos. Luego, la disolvés; esto lo podés hacer rápidamente en el microondas o con el clásico baño María.
Paso 3: una vez que la gelatina esté disuelta, la incorporás a la mezcla del puré de frutillas y yogur. Tenés que volver a mixear para que se distribuya de manera uniforme y no queden grumos.
Paso 4: verté toda la preparación en copitas individuales o en un molde de postre. Cubrilo con film o tapa y llevalo a la heladera. Es fundamental que espere por lo menos entre dos y tres horas para que cuaje bien y esté firme.
Paso 5: cuando llegue el momento de servir, no dejes de lado la decoración.
Podés usar frutillas frescas cortadas, unas hojas de menta para darle color, o incluso un poco de ralladura de limón si querés intensificar el sabor.



























