Cocinar en casa puede parecer sencillo hasta que los pequeños errores dicen presente y pueden arruinar un plato. Uno de los problemas más comunes al hacer hamburguesas es ver cómo, una vez en la sartén, la carne se encoge y pierde su forma original.
Para quienes no son cocineros expertos, lograr que la hamburguesa mantenga su tamaño y jugosidad puede ser todo un desafío.
Ante esta situación, el carnicero Alberto Salto, con más de 32 años de experiencia y conocido en TikTok como @el_as_carnicero, compartió un truco infalible para evitar que la carne de hamburguesa se contraiga durante la cocción.
El truco del pulgar para evitar que la hamburguesa se encoja
En su video, Alberto explica que uno de los errores más frecuentes al cocinar hamburguesas en sartén, parrilla o plancha es que “se nos encoge” la carne. Para solucionarlo, recomienda realizar un pequeño gesto antes de ponerla al fuego.
“El truco está en, con el dedo pulgar, antes de cocinarla, sin hacerle el agujero total, empujar con el dedo”, explica Salto.
Con esta ligera presión en el centro de la hamburguesa se consigue que la carne mantenga su forma plana mientras se cocina. “Ahora ya la podemos poner en la parrilla, en la sartén, como quieras y verás cómo ya no se te va a encoger la hamburguesa”, concluye el experto.
Otros errores comunes que provocan que la hamburguesa se encoja
Más allá de este truco, hay varios factores que también influyen en el encogimiento de la carne. Uno de ellos es no prestar atención a la temperatura de la sartén o plancha: si no está lo suficientemente caliente, la hamburguesa empezará a soltar jugos prematuramente, lo que afecta tanto al tamaño como a la textura.
Otro error muy común es aplastar la carne con la espátula durante la cocción. Aunque se hace casi por inercia, esta práctica provoca que se expulsen los jugos internos, reduciendo drásticamente el volumen y secando el interior.
Para conservar la jugosidad y evitar que la hamburguesa se deforme, lo recomendable es cocinarla a fuego medio o bajo, darle la vuelta solo una o dos veces y no cortarla durante la cocción para comprobar su estado. Hacerlo dejará la carne seca, fibrosa y menos sabrosa.
Cada hamburguesa necesita su tiempo, y este dependerá del grosor y el peso de la pieza. Lo mejor es dejarla reposar unos minutos antes de servirla para que los jugos se asienten y el resultado final sea más jugoso y uniforme.