Una pasta untable con sabor intenso, lista para acompañar tostadas, ensaladas o incluso rallarse sobre un plato de pasta. Una gran idea, más sana y fácil de hacer que utilizar simplemente manteca.
El cocinero y divulgador Heinz Wuth, conocido como @soycienciaycocina en TikTok, enseñó una receta con un solo ingrediente, una técnica fácil y sorprendente que despertó la curiosidad de miles de usuarios en redes sociales.
¿Te animás a probarla?
Qué son las yemas curadas y a qué saben
Las yemas curadas son una preparación tradicional en la que la yema se transforma en un ingrediente con sabor intenso y textura firme. Al reducir su contenido de agua y combinarse con sal y azúcar, el resultado es una yema concentrada, ligeramente salada y con posibles matices dulces o especiados según la mezcla empleada.
Si se cura durante una semana, se vuelve lo bastante densa como para rallarse sobre platos como pasta, ensaladas o tostadas, aportando un sabor profundo y persistente, similar al umami de ciertos quesos curados.
También existen variantes con salsa de soja como base de curado, que intensifican los matices salados y son habituales en cocinas asiáticas.
Cómo se prepara la yema curada, paso a paso
- La elaboración comienza con una mezcla de sal gruesa y azúcar a partes iguales. Con ayuda de un huevo vacío se marca un hueco en esa base, se coloca con cuidado una yema cruda (tras separar la clara) y se cubre completamente.
- Luego se tapa y se deja reposar en la heladera al menos 24 horas.
- Durante este tiempo, tiene lugar un proceso de ósmosis, mediante el cual la sal y el azúcar extraen el agua de la yema. Esto no sólo concentra su sabor, sino que también modifica su textura.
- Además, la sal ayuda a coagular las proteínas, haciendo que la yema adquiera firmeza.
El resultado depende del tiempo de curado. Después de 24 horas, la yema queda cremosa y es perfecta para untar; con 48 horas, se vuelve más compacta; y tras una semana, adquiere una textura tan firme que se puede rallar como si fuera queso curado.
¿Es seguro comerla?
Ante la duda frecuente sobre la seguridad de consumir una yema cruda curada, el divulgador aclara que, gracias a la alta concentración de sal y al frío del frigorífico, se inhibe el crecimiento de microorganismos.
La pérdida de agua también reduce el riesgo, ya que limita el entorno para su proliferación. Eso sí, Wuth recomienda utilizar huevos frescos, manipularlos con higiene y conservarlos siempre en refrigeración durante todo el proceso de curado.
