Halloween se convierte año tras año en Argentina en una de las celebraciones más esperadas del año y cada vez más familias se suman a la tradición de los disfraces, las decoraciones y las recetas temáticas. Es una excusa perfecta para dejar volar la imaginación, compartir tiempo en la cocina con los más chicos y preparar platos tan divertidos como deliciosos. En esta nota, te contamos tres recetas sencillas y escalofriantes para llenar la mesa de color, sabor y diversión.
Tres recetas aterradoras para sorprender a los más chicos en Halloween
Muffins de murciélago
Son ideales para comenzar la fiesta con algo dulce. Prepará una base clásica de muffins de chocolate: mezclá manteca, azúcar, huevos, leche, harina leudante y cacao. Una vez horneados, viene la parte más entretenida: la decoración.

Cortá galletitas de chocolate a la mitad y colocá las mitades a los costados de cada muffin, simulando las alas de un murciélago. Con un poco de glaseado blanco o confites pequeños, creá los ojos.
Tip: usá cápsulas naranjas o negras para reforzar el clima de Halloween. Si querés un toque extra, agregá relleno de dulce de leche o crema de avellanas. Los chicos pueden participar en el armado, convirtiendo la cocina en un pequeño laboratorio de monstruos.
Dedos de bruja salados
Una opción perfecta para equilibrar los sabores dulces. Solo necesitás salchichas o bastones de masa de pan envueltos en hojaldre. Antes de llevarlos al horno, hacé tres o cuatro marcas con un cuchillo en cada uno para simular las “falanges” de los dedos. En la punta, colocá una almendra o una lámina de pimiento rojo que hará de uña.

Al salir del horno, servilos con una salsa de tomate espesa o kétchup. El contraste entre el color y la forma logra un efecto sorprendente.Resultado: unos “dedos” que parecen salidos de una película, pero son crujientes y deliciosos. Podés acompañarlos con dips de queso o mayonesa con colorante verde para seguir el tema.
Galletitas de fantasmas
Nada mejor que cerrar la merienda con un clásico que combina ternura y misterio. Prepará una masa de galletitas de manteca: mezclá manteca blanda, azúcar, huevo, harina y unas gotas de esencia de vainilla. Estirá la masa y cortá figuras con forma de fantasma. Si no tenés molde, podés improvisar el diseño con un cuchillo.

Horneá hasta que los bordes estén dorados y, cuando enfríen, cubrilas con glaseado blanco. Con chocolate derretido o glasé negro, dibujá los ojos y la boca.Consejo: usá azúcar brillante o pequeños confites para darles un toque mágico. Si querés innovar, agregá un poco de ralladura de naranja o esencia de almendra a la masa.
Estas galletitas se conservan bien durante varios días en frascos cerrados, por lo que también pueden ser un regalo casero para los amigos del barrio o los compañeros del colegio.






















