Ni siquiera una prolija enumeración podría explicar la crisis institucional que desató la denuncia penal que presentó el presidente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Colonia Caroya y Jesús María, José Chalub, hace poco más de 15 días.
La semana pasada presentó su renuncia y esta semana la retiró, los socios lo respaldaron con dos “puebladas”, y tomó coraje para pedir que se aparten varios de sus compañeros en la actual mesa directiva de la institución.
Se trata de una de las tres cooperativas se servicios de mayor volumen de todo el interior provincial.
Este miércoles, Chalub declaró durante tres horas ante la Fiscalía de Instrucción y se mostró preocupado por la posibilidad de que desaparezcan alrededor de 15 pruebas que, asegura, tiene para aportar a la investigación de la causa penal.
Por la noche, en la reunión del Consejo de Administración, se resolvió aceptarle la renuncia al vicepresidente, Eugenio Sella, y al tesorero, Rubén Castro Ruiz. En sus lugares asumieron dos hombres que vienen respaldando la gestión de Chalub, Alberto Nanini y Raúl Toledo.
Con estos cambios, más la asunción de dos consejeros suplentes en el lugar de los renunciantes, se dio vuelta la relación de fuerzas dentro de la mesa directiva que, ahora, parece haber quedado más proclive a acompañar las intenciones de transparentar el funcionamiento de la entidad de la mano de Chalub.
Entre los opositores a Chalub quedaron, según sus propias expresiones públicas, el expresidente Omar Fantini, y los consejeros Carlos Blati, Segundo Brollo, y Héctor Seculini, además del anterior síndico, Hugo Peralta.
En la marcha de los asociados del miércoles por la noche se exigió la renuncia de esos consejeros, pero ninguno de ellos mostró sus intenciones de dimitir hasta el momento.
“Somos una mayoría los que queremos transparentar. No va a ser fácil, pero no somos pocos. Y tenemos una gran ventaja sobre ellos: el apoyo de todos los vecinos que nos dicen ‘sigan delante’. Ese valor agregado no lo tienen. Por dignidad, se tienen que ir”, destacó Chalub en rueda de prensa.

La denuncia penal
Vale recordar que el presidente denunció supuestas irregularidades en la adquisición de maquinaria para una fábrica nueva, en el tendido de la red de fibra óptica, en la contratación de servicios de terceros, en el otorgamiento dirigido de contratos y licitaciones, y en la quita de intereses a grandes usuarios.
En la denuncia no se le pidió al fiscal que investigue a nadie en particular, pero Chalub dejó claro de que las sospechas abarcan a exempleados y actuales empleados, y no se descartó de que pueda haber algún grado de complicidad o de negligencia por parte de algún integrante del consejo de administración anterior del que él también formó parte.
“Levanto una piedra y me encuentro con una sorpresa. Le manifesté mi preocupación al fiscal porque las pruebas desaparezcan. Añadí esta semana un montón de información a la causa. Sólo espero poder recuperar otra prueba que había colectado y que esta semana no estaba en mi despacho”, añadió.
Un cuadro financiero complejo
Chalub señaló que les demandará hasta septiembre u octubre resolver un déficit de alrededor de $ 43 millones y que podrían complicarse para pagar la bonificación anual extraordinaria (BAE) en 2020 y 2021. Confió en que cuando finalice su mandato en octubre de este año, esa situación será saneada.
El directivo aclaró que no se trata de un dinero que desapareció sino de inversiones que se hicieron en un muy corto tiempo y en el atraso de pagos a entidades financieras y a la propia Epec.
Pero también reconoció que los márgenes de ganancia son cada vez más exiguos en servicios que históricamente fueron el motor de su economía y que, incluso, hay algunos servicios que dan déficit.
Dentro de ese marco, y con parte de la conducción en contra, es que Chalub se mostró dispuesto a resistir. Se trata de la crisis institucional más prolongada de los 71 años que tiene la Cooperativa, que siempre se mostró como un ejemplo de regionalización y eficiencia.