Los desayunos ricos en proteínas se convirtieron en tendencia porque ayudan a ganar saciedad, mantener la masa muscular y arrancar el día con fuerza. Te contamos tres alternativas fáciles de preparar en casa, todas con más de 30 gramos de proteína.
Los huevos son un clásico en cualquier desayuno proteico, pero si los combinamos con pechuga de pollo desmenuzada y algunos vegetales salteados se transforman en una comida completa. Una porción generosa de claras con un par de yemas, más 100 gramos de pollo cocido, puede superar los 30 gramos de proteína sin problema. Agregar espinaca, morrón o champiñones no solo aporta sabor y color, sino también fibra y minerales que potencian la energía para toda la mañana. Esta opción es rápida, económica y se puede preparar en pocos minutos, lo que la convierte en un aliado ideal para quienes no tienen demasiado tiempo antes de salir de casa.
Otra manera de alcanzar los 30 gramos de proteína en el desayuno es con un bowl a base de yogur griego natural. A diferencia del yogur común, tiene el doble de proteínas y una textura más espesa que lo hace muy saciante. Si se combina con avena previamente cocida —para mejorar la digestión— y un puñado de frutos secos como almendras o nueces, el resultado es un desayuno completo que equilibra proteínas, grasas saludables y carbohidratos de absorción lenta. Además, se le puede sumar un toque de miel o frutas rojas para aportar dulzura natural y antioxidantes. Es una opción fresca y nutritiva, perfecta para quienes buscan algo rápido pero consistente.

Para quienes prefieren un desayuno más gourmet, las tostadas con ricota magra y salmón ahumado son una combinación excelente. El pan integral aporta fibra, mientras que la ricota suma proteínas de alta calidad sin demasiada grasa. El verdadero plus viene del salmón: rico en proteínas y en ácidos grasos omega 3, que ayudan a la salud cardiovascular y al cerebro. Dos rebanadas bien servidas pueden llegar sin problemas a superar los 30 gramos de proteína. Es una opción que no solo llena de energía, sino que también aporta elegancia y variedad a la primera comida del día.
La importancia de sumar proteínas al desayuno
Incorporar más de 30 gramos de proteína en la primera comida del día no es solo una moda, sino una estrategia que muchos nutricionistas recomiendan. Este macronutriente ayuda a mantener la masa muscular, mejora la recuperación después del entrenamiento y genera una sensación de saciedad que evita los antojos durante la mañana. Elegir opciones ricas en proteínas permite empezar el día con un nivel de energía más estable y con menos picos de hambre, algo clave tanto para quienes buscan bajar de peso como para quienes entrenan y necesitan un buen rendimiento físico.
Arrancar la jornada con un desayuno potente es una manera de cuidar la salud y sostener la energía. Ya sea con huevos y pollo, un bowl de yogur griego o unas tostadas con ricota y salmón, existen múltiples formas de llegar a los 30 gramos de proteína de manera sencilla y deliciosa. Adoptar este hábito puede marcar una diferencia en cómo se encara el día, mejorando la concentración, el rendimiento físico y el bienestar general.