Comienza la temporada que puede favorecer las alergias

La semana pasada fue dedicada a las alergias, como parte de una estrategia para instalar esta temática en la agenda de salud de la población. Los factores ambientales pueden contribuir indirectamente a que el organismo tenga una respuesta exagerada a ciertos estímulos del entorno. La Voz del Interior consultó al especialista Juan Sebastián Croce, médico del área de Alergia Infantil del Servicio de Pediatría del Instituto Modelo de Cardiología (IMC), sobre cómo mejorar la calidad de vida de las personas que tienen estas afecciones.

–¿El clima frío del otoño-invierno puede contribuir a las enfermedades alérgicas?

–Indirectamente, y por distintas circunstancias, sí. Lamentablemente, es habitual que los pacientes alérgicos respiren ocasional o permanentemente por la boca, por lo que no pueden calentar el aire. El aire frío puede generar una respuesta exagerada de la vía aérea, manifestada por tos u obstrucción bronquial. Además, las bajas temperaturas alteran ciertas funciones básicas, rudimentarias, pero importantes del sistema inmunológico, lo que predispone a sufrir infecciones virales respiratorias, capaces de simular síntomas de alergia. Por último, en épocas frías se pasan muchas horas dentro de las viviendas, donde hay más sustancias nocivas para el alérgico que las presentes en el exterior.

–¿Ante qué indicios o síntomas deben los padres sospechar alergia en el niño?

–Las manifestaciones iniciales pueden ser en piel, especialmente eczema o dermatitis atópica; o gastrointestinales, tales como diarrea. En el caso que estas se presenten, ambas situaciones son superadas en la gran mayoría espontáneamente a más tardar en la edad escolar. Mientras tanto, suelen comenzar los síntomas respiratorios con clara tendencia a la cronicidad. Comúnmente, los niños muestran moco nasal cristalino, estornudos, nariz tapada, picazón nasal, también dificultad para respirar, silbido en el pecho y, de manera crónica, tos.

–¿Los tratamientos son largos?

–En la actualidad, los tratamientos son generalmente más breves y mucho menos agresivos que hace algunos años. En casi todos los casos en los que se necesitan vacunas o inmunoterapia para modificar el curso natural de la enfermedad alérgica, pueden utilizarse los fármacos indicados en presentación sublingual o en spray , y por períodos no superiores a los tres años, salvo casos excepcionales.

–¿Los tratamientos para controlar la alergia son incompatibles con alguna actividad de la vida del niño?

–De ninguna manera. Por el contrario, el objetivo primordial del tratamiento debe ser siempre que el niño alcance rápidamente el control de sus síntomas. De esta manera, el paciente puede desarrollar actividad deportiva, escolar y social normal, con una calidad de vida notablemente mejor para él y su familia.