La hinchazón abdominal es una molestia frecuente que se manifiesta con sensación de pesadez, gases y distensión. Aunque muchas veces se naturaliza, los especialistas coinciden en que tiene una fuerte relación con los alimentos que consumimos a diario. Según expertos internacionales, identificar qué productos pueden causar malestar y reemplazarlos por opciones más amigables con el sistema digestivo es clave para mejorar la calidad de vida.
1. Verduras crucíferas
Vegetales como el brócoli y el repollo son muy nutritivos, pero contienen rafinosa, un azúcar difícil de digerir. En personas sensibles, este componente favorece la producción de gases.Los especialistas recomiendan optar por apio, morrones o zapallito, alternativas más fáciles de procesar y que igualmente aportan nutrientes.

2. Frutas ricas en azúcares fermentables
Frutas como la manzana pueden causar problemas digestivos por su contenido de sorbitol y fructosa, azúcares de difícil absorción.Como reemplazo, las bananas son una opción adecuada: además de ser fáciles de digerir, aportan potasio, un mineral que ayuda a equilibrar el sodio y reducir la hinchazón.
3. Lácteos
La leche y el queso pueden generar gases y distensión en quienes no digieren bien la lactosa.Para evitar el malestar, los expertos sugieren versiones sin lactosa o bebidas vegetales como leche de almendras, de coco o de avena, que permiten disfrutar de preparaciones similares sin riesgos digestivos.
4. Bebidas carbonatadas
Los refrescos y aguas con gas introducen aire en el sistema digestivo, lo que aumenta la sensación de hinchazón.Una opción más saludable es elegir agua simple o té de jengibre, que aporta enzimas naturales que favorecen la digestión.
5. Gluten
Aunque la intolerancia al gluten es un diagnóstico específico, algunas personas sensibles experimentan hinchazón al consumir panificados o pastas.La quinoa se presenta como una alternativa ideal: es libre de gluten, rica en fibra y antioxidantes.

Los especialistas coinciden en que la clave está en escuchar al propio cuerpo, identificar qué alimentos provocan malestar y hacer sustituciones inteligentes. Adoptar estas recomendaciones no significa privarse de nutrientes, sino elegir mejor para vivir con mayor bienestar digestivo.