La ashwagandha (Withania somnífera) es una planta con una larga historia en la medicina ayurvédica, un sistema tradicional de curación originario de la India.
Conocida también como ginseng indio o cereza de invierno, esta planta se utilizó durante siglos como tónico para tratar diversas enfermedades.
Hoy en día, su popularidad creció en occidente gracias a sus potenciales beneficios para reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el sueño, entre otros.
Qué es la Ashwagandha y cómo funciona
La ashwagandha es un arbusto de hoja perenne que crece en Asia y África. La parte más utilizada de la planta es la raíz, que se recolecta durante los meses de invierno, se lava y se seca.
Esta raíz contiene sustancias químicas que pueden tener diversos efectos en el cuerpo, incluyendo:
- Calmar el cerebro
- Reducir la hinchazón
- Disminuir la presión arterial
- Alterar el sistema inmunológico
Se considera un adaptógeno, lo que significa que puede ayudar al cuerpo a resistir el estrés físico y mental.
Beneficios de la Ashwagandha respaldados por la ciencia
Si bien la investigación sobre la ashwagandha continúa, varios estudios arrojaron resultados prometedores sobre sus beneficios.
Esta planta demostró ser eficaz para reducir el estrés y la ansiedad en algunas personas. Estudios sugieren que puede disminuir los niveles de la hormona del estrés, el cortisol, y reducir la actividad del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), el cual controla las reacciones al estrés. Una revisión de estudios indica que la ashwagandha podría ser más efectiva en dosis de 500 a 600 mg diarios.
De acuerdo al Insituto Nacional de la Salud de EEUU, también puede mejorar la calidad del sueño. Algunas personas que tomaron ashwagandha experimentaron una reducción en el tiempo que tardan en dormirse, mayor duración del sueño y menos despertares durante la noche.
Según MedlinePlus, sugieren que las dosis de 600 mg al día o más, durante al menos 8 semanas, pueden ser más efectivas para mejorar el sueño.
La ashwagandha puede tener efectos positivos en la función cerebral, incluyendo la mejora de la memoria a corto y largo plazo, la atención, el tiempo de reacción y el rendimiento en tareas cognitivas.
Algunas investigaciones también sugieren que puede ayudar a combatir la fatiga relacionada con el cáncer, mejorar la calidad de vida de los pacientes y aumentar el consumo máximo de oxígeno en adultos sanos.
A su vez, encontraron que puede mejorar la producción de testosterona y la fertilidad en hombres.
Seguridad y precauciones al usar Ashwagandha
En general, la ashwagandha se considera segura cuando se toma por vía oral hasta por 3 meses. Los efectos secundarios más comunes son leves e incluyen malestar estomacal, diarrea, náuseas y somnolencia.
Sin embargo, hay algunas precauciones importantes que hay tener en cuenta:
- Problemas hepáticos: en casos raros, la ashwagandha puede causar insuficiencia hepática. Si tienes alguna enfermedad hepática, es mejor evitar su uso.
- Interacciones medicamentosas: puede interactuar con algunos medicamentos, incluyendo hormonas tiroideas, medicamentos para la diabetes, medicamentos para la presión arterial, sedantes e inmunosupresores. Si estás tomando alguno de estos medicamentos, es importante que consultes con tu médico.
- Embarazo y lactancia: no se recomienda el uso de ashwagandha durante el embarazo, ya que podría causar abortos espontáneos. Tampoco se sabe si es seguro usarla durante la lactancia.
- Enfermedades autoinmunes: las personas con enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple o el lupus, deben evitar el uso de ashwagandha, ya que podría empeorar los síntomas.
- Trastornos de la tiroides: puede aumentar los niveles de hormona tiroidea.
Es crucial que se consulte con el médico o profesional de la salud de confianza antes de utilizar esta planta, ya que asi se podrá determinar si es adecuada para el uso depende de cada organismo. De esta forma se evitarán interacciones con medicamentos o efectos secundarios.