La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó una nueva medicación para el tratamiento de accidentes cerebrovasculares (ACV) isquémicos agudos. Se trata de la tenecteplasa, desarrollada por Boehringer Ingelheim, que ya está disponible en el país y que ya ha sido utilizada con éxito. La primera aplicación de la droga, con desenlace efectivo, se llevó a cabo el 29 de noviembre (justo el Día del Neurólogo) en un hospital de Buenos Aires.
¿Qué es la tenecteplasa?
Pertenece al grupo de los fibrinolíticos, medicamentos que ayudan a disolver los coágulos responsables de un ACV isquémico. Es crucial administrarla dentro de las primeras 4 horas y media desde la aparición de los síntomas para maximizar su efectividad.
Ventajas de su uso
Las guías internacionales destacan que esta droga:
- Facilita su administración: es intravenosa y toma solo entre 5 y 10 segundos, en comparación con una hora del tratamiento estándar.
- Optimiza recursos: requiere menos personal y materiales, lo que agiliza la respuesta en situaciones críticas.
“La nueva droga llega respaldada por numerosos estudios que garantizan su seguridad y eficacia, habiendo demostrado similares resultados a las mejores terapias disponibles, pero facilitando su administración, lo que contribuirá a acortar los tiempos de atención del ACV, una condición tiempo-dependiente”, sostuvo el Dr. Luciano Sposato, médico neurólogo, argentino radicado en Canadá, profesor de Neurología y Jefe del Programa de ACV del Departamento de Neurología del Centro de Ciencias para la Salud de la Western University, en aquel país.
“La medicina ofrece cada vez mejores alternativas para minimizar el daño. Sin embargo, aquí y en todo el mundo tenemos la responsabilidad de fortalecer cada eslabón para que el paciente pueda recibir a tiempo la mejor atención posible”, continuó el Dr. Sposato.
Importancia de un sistema de atención integral
Especialistas enfatizan que la preparación de los equipos médicos y un esquema de “red” son fundamentales para garantizar una atención oportuna. Esto incluye:
- Detección temprana de los síntomas por parte del paciente y su entorno.
- Servicios de traslado capacitados.
- Centros de atención equipados con personal y recursos necesarios para actuar rápidamente.
“Disponer de una nueva medicación segura y efectiva, y que además es de más fácil administración, ayuda a agilizar la instancia de abordaje hospitalario, contribuyendo al cumplimiento de los tiempos recomendados para actuar y obtener mejores resultados”, afirmó la Dra. Virginia Pujol Lereis, médica neuróloga, Subjefa del Servicio de Neurología Vascular del FLENI.
¿Qué es un ACV?
El ACV ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe. Esto puede deberse a:
- ACV isquémico: causado por un coágulo que bloquea el torrente sanguíneo.
- ACV hemorrágico: provocado por la ruptura de un vaso sanguíneo.
Ambos son emergencias médicas donde el tiempo de respuesta es crucial para salvar vidas. La tenecteplasa está específicamente indicada para casos de ACV isquémico agudo.
Tal como describió el Dr. Pablo Ioli, médico neurólogo, presidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), “el primer eslabón de esta cadena está en identificar los síntomas. El paciente o su entorno pueden sospechar la presencia de un ACV ante aparición repentina de debilidad o entumecimiento en la cara, brazo o pierna, especialmente si se da en un solo lado del cuerpo, signos de confusión, dificultad para hablar o para entender lo que nos dicen, pérdida de visión o visión difusa en uno o en los dos ojos, mareos, pérdida del equilibrio y de la coordinación”.
“El ACV es una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo, pero también es una de las enfermedades donde actuar con velocidad puede cambiar el desenlace. Estar informados y preparados marca la diferencia”, insistieron los especialistas.
Prevención: clave para reducir riesgos
Los especialistas coinciden en la importancia de prevenir el ACV mediante:
- Visitas médicas regulares, especialmente a partir de los 40 años.
- Control de factores de riesgo como hipertensión, diabetes, tabaquismo, colesterol elevado, sedentarismo, sobrepeso y estrés.
“Concretamente, ponemos el énfasis en el control de la hipertensión arterial -que es uno de los grandes desencadenantes de episodios cerebrovasculares-, la hiperglucemia/diabetes, el tabaquismo, el colesterol elevado, no hacer actividad física, el sobrepeso y la obesidad y el estrés. En resumen: vida saludable, con todos los controles que su médico le indique, combatiendo el sedentarismo y con una alimentación sana y equilibrada”, concluyeron los médicos.
