Un ensayo clínico internacional de fase 3 demostró la eficacia de un nuevo fármaco a la hora de reducir peso en casos de obesidad. A diferencia del Ozempic, este medicamento tiene la ventaja de que se administra por vía oral, lo que facilita el tratamiento.
Se trata del fármaco Orforglipron, que actúa sobre el receptor GLP-1 (que regula el apetito) y que los investigadores han comprobado que reduce, en promedio, un 11% el peso corporal. Además, según explican desde el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, participante del estudio, mejora factores de riesgo cardiovascular.
Perder peso vs. perder grasa
La coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad de Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), Andreea Ciudin, menciona que lo importante en el abordaje de la obesidad es calcular bien no tanto el peso que se pierde, sino la grasa.
“Y en este estudio se ha visto que 3/4 partes de lo que se pierde en el tratamiento es grasa, mientras que el resto es masa libre de grasa (músculo y otros tejidos)”, explica la investigadora.
Durante el estudio los participantes fueron asignados aleatoriamente a diferentes dosis de Orforglipron (6 mg, 12 mg o 36 mg) o a placebo, siempre en forma de una cápsula diaria, combinado con recomendaciones de dieta saludable y actividad física.
Los resultados evidencian que el tratamiento con la dosis más alta del fármaco consiguió una disminución media del 11,2 % del peso corporal. Más de la mitad de los pacientes perdió al menos un 10% de su peso y aproximadamente el 18% llegó a reducirlo más del 20%.
Además, como hallazgo relevante, se registraron mejoras significativas en la presión arterial, el perímetro de cintura, los niveles de triglicéridos y de colesterol, todos ellos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
No más inyecciones: las ventajas de la vía oral
Al igual que otros fármacos para la obesidad ya aprobados, el Orforglipron actúa sobre el receptor GLP-1, que se encuentra presente en diferentes células que regulan el apetito y el metabolismo en el cerebro y el tubo digestivo. La novedad es que este medicamento, en lugar de inyectarse, se puede administrar por vía oral.
La mayoría de los productos que actúan sobre el GLP-1 y que ya están en el mercado son inyectables, porque contienen una molécula peptídica (una proteína) que, si se toma por vía oral y llega al estómago, se deshace y pierde eficacia. El Orforglipron tiene una estructura química diferente, pues no es una molécula peptídica, por lo que no pierde eficacia en el estómago.
“Es un fármaco que tiene el mismo efecto que los existentes, porque estimula el receptor de GLP1, pero no es peptídica, no es una proteína, por lo que se puede administrar por vía oral sin necesidad de medidas especiales”, explica Ciudin, autora europea de la publicación.
No solo fármacos: la obesidad requiere un tratamiento integral
Si bien los fármacos análogos del GLP-1 están demostrando muy buenos resultados en la reducción de peso, la investigadora de Vall d’Hebron remarca que en la obesidad no basta con medicarse.
En este sentido, enfatiza que la obesidad no es algo temporal, sino una enfermedad crónica por una alteración de mecanismos biológicos que requiere tratamiento “de por vida”, controlado por un especialista.
Las pautas que brinda la especialista para un tratamiento integral incluye:
- Un estilo de vida saludable.
- Acompañamiento psicológico.
En cuanto al medicamento, en los próximos meses está previsto que inicie los procesos regulatorios necesarios para su aprobación, lo que podría abrir una nueva etapa en el tratamiento de la obesidad.
