La invasión de piojos, o también conocido como pediculosis, suele aparecer en esta época de verano, donde el sol, playa, pileta, socialización aumentan. Estos parásitos son insectos que se transmiten con facilidad, especialmente en niños y adolescentes que comparten objetos y espacios.
Por suerte, existen medidas fáciles y efectivas para prevenir el contagio. El aumento de casos es común y suele ocurrir, además, por el contacto físico cercano, el intercambio de objetos como gorras, toallas y peines que facilitan la transmisión de estos objetos.
Pero, a diferencia de lo que muchos creen, los piojos no vuelan ni saltan, sino que se contagian a través del contacto directo de cabeza a cabeza o mediante el uso compartido de artículos personales.
Cómo evitar contagiarse de piojos en verano
Hay varias formas de prevenir el contagio de estos parásitos y son sencillas. Una de ellas es esquivar el contacto de cabeza con cabeza, ya que es la forma principal de transmisión directa. Para eso, hay que enseñar a mantener cierta distancia cuando jueguen y así evitar que junten sus cabezas.
Luego, una forma es la de no compartir los objetos personales de cada uno, que utilicen sus propios peines, gorras, auriculares, toallas y otros objetos que puedan entrar en contacto con el cabello. Es aconsejable, en el caso de estar en una actividad grupal, marcar los artículos con nombre de cada uno para evitar confusiones.
Atar el pelo también es un método efectivo, ya que mantenerlo recogido en trenzas o colitas de pelo puede reducir la posibilidad de que se transfieran los piojos de una cabeza a la otra.
Las revisiones periódicas ayuda a detectar cualquier invasion de manera temprana. Inspeccionar regularmente el cuero cabelludo especialmente en la nuca y detrás de las orejas. Si se llega a encontrar huevos de piojos o liendres, se debe actuar con la mayor rápidez posible para evitar que se propague.
Además, usar productos como repelentes de piojos en forma de shampoo o sprays pueden ser una medida adicional efectiva, aunque no garantizan una protección total.
Si hay un brote de piojos: ¿qué hay que hacer?
Si se detecta en el entorno cercano un brote de piojos, se aconseja lavar la ropa y los objetos personales, aspirar las superficies donde la persona haya estado en contacto y evitar tratamientos caseros no comprobados. Se debe usar productos específicos para eliminar los piojos y liendres, siguiendo las instrucciones de fábrica.
Cabe destacar que la prevención siempre es la mejor estrategia para no contagiarse de piojos durante el verano.