Es muy común preocuparse al no poder recordar el nombre de una persona. A todos nos pasó alguna vez. Pero no solo ocurre con nombres, sino también con calles, películas o claves. Esta dificultad puede generar incertidumbre.
Pero, ¿por qué olvidamos los nombres? La mayoría de los expertos coinciden en que olvidamos los nombres debido a varias causas comunes:
- Sobreestimulación de información: la gran cantidad de datos que recibimos a diario puede saturar nuestra memoria.
- Estrés crónico: afecta directamente nuestra capacidad de retención.
- Ritmo acelerado de la vida: la prisa constante impide que nos concentremos en lo que debemos recordar.
- Hiperconexión: estar constantemente conectados y pendientes de pantallas disminuye nuestra atención.
- Uso desmedido de pantallas: el exceso de tiempo frente a dispositivos electrónicos puede impactar negativamente en la memoria.
Estos factores, comunes en la vida moderna, no favorecen la memoria.
José Abadi, psicoanalista, explicó a La Nación que los olvidos cotidianos están relacionados con alta tensión emocional, agitación y dispersión. La mente está ocupada en muchas cosas a la vez, dificultando la concentración en una sola idea.
La dificultad para recordar un nombre puede ser un fenómeno conocido como anomia. María Roca, coordinadora científica de la Fundación Ineco, describe la anomia como la dificultad en la evocación de una palabra en un momento determinado. Este tipo de fallas pueden aparecer en cualquier etapa de la vida y no necesariamente son motivo de alarma.
Claves para fortalecer la memoria
Para mejorar la memoria, hay que considerar estos consejos:
- Dormir entre 7 y 8 horas diarias: el descanso adecuado es fundamental para la consolidación de la memoria.
- Mantener una dieta saludable: una buena alimentación proporciona los nutrientes necesarios para el cerebro.
- Prestar más atención a las cosas: concentrarse en el presente ayuda a retener información.
- Realizar ejercicio físico con regularidad: la actividad física mejora la circulación y la función cerebral.
- Llevar a cabo técnicas para fijar datos: utilizar métodos como la repetición espaciada o la asociación de ideas puede ser útil.
Además, Noelia Weisstaub, neurocientífica del Conicet, destaca que las memorias que se aprenden de manera más rica o que se traen a la conciencia con mayor frecuencia tienden a recordarse mejor.
Cuándo preocuparse del olvido constante
Olvidar nombres es común y, generalmente, no es grave. Sin embargo, si los olvidos son frecuentes, afectan las actividades diarias o se acompañan de desorientación y confusión, es importante consultar a un profesional de la salud.
La memoria puede verse afectada por múltiples factores, y una evaluación profesional puede ayudar a identificar y abordar cualquier problema a tiempo.