Con las altas temperaturas y el aumento en las tarifas de electricidad, usar el aire acondicionado se convirtió en un lujo costoso. Muchos caen en la tentación de programarlo a temperaturas muy bajas, como 18°, 20° o 22°C, lo que dispara el consumo de energía.
Según el físico y experto en eficiencia energética, Salvador Gil, comentó a Clarín que cada grado que se baja en el termostato puede aumentar el consumo de energía hasta un 40%. Esto significa que un aire acondicionado programado a 23°C consume más del doble que uno a 26°C.
Sin embargo, existe una técnica sencilla para usar el aire acondicionado de manera eficiente. El truco consiste en subir la temperatura del termostato a 27°C y combinarlo con el uso de un ventilador.
Por qué funciona este truco
Los ventiladores no enfrían el aire, pero generan una brisa que acelera la evaporación de la transpiración, lo que reduce la sensación térmica hasta en 5 grados.
Admeás, un ventilador de techo consume solo 60 watts hora (Wh) y uno de pie 90 Wh, en comparación con un aire acondicionado que puede gastar entre 658 y 2.153 Wh, dependiendo del modelo y la potencia.
Al usar el aire acondicionado a una temperatura más alta, el compresor no trabaja tanto, reduciendo el consumo eléctrico.
Cabe destacar que la combinación de ventilador y aire acondicionado permite una distribución más eficiente del aire frío, eliminando puntos calientes en la habitación.
Según Gil, al combinar ambos aparatos, una habitación a 27°C puede sentirse igual de fresca y confortable que una a 22°C solo con aire acondicionado. Además, este método reduce significativamente la factura de electricidad sin sacrificar el confort.
Tener en cuenta que los modelos Inverter pueden consumir menos energía que los modelos tradicionales.