El pasado 24 de julio, el servicio satelital Starlink, operado por SpaceX, sufrió una de sus mayores interrupciones desde su despliegue, dejando sin acceso a internet a miles de usuarios en cinco continentes durante más de dos horas y media. La caída de la red, informada y confirmada por Michael Nicolls, vicepresidente de Ingeniería de Starlink, se debió a un fallo en servicios clave del software interno que soportan el núcleo operativo del sistema.
Quiénes se vieron afectados
La interrupción comenzó cerca de las 15, hora del Este de Estados Unidos. Usuarios de América, Europa, Asia, África y Oceanía reportaron cortes a través de plataformas como Downdetector y redes sociales. La afectación fue especialmente notoria en regiones rurales y localidades donde Starlink es la única alternativa viable para acceder a internet de alta velocidad.
En estados como Tennessee y Florida, usuarios contaron la interrupción de jornadas laborales y actividades escolares o médicas.
En Europa, particularmente en el Reino Unido y Alemania, agricultores, empresas y hogares rurales manifestaron dificultades. Aerolíneas que dependen del sistema para brindar conectividad durante los vuelos también resultaron afectadas.
En Argentina, donde Starlink se lanzó en abril de 2024, la afectación fue considerable en zonas rurales y remotas, así como para usuarios de la antena compacta Starlink Mini.
Sin comunicación en medio de una guerra
La importancia estratégica de Starlink se hizo aún más evidente en zonas de conflicto como Ucrania. Desde el inicio de la guerra con Rusia, el servicio fue crucial para las comunicaciones militares ucranianas. Durante el apagón, las fuerzas ucranianas vieron suspendidas por más de dos horas y media operaciones clave de vigilancia, reconocimiento y coordinación a través de drones.
Comandantes y analistas ucranianos advirtieron que este incidente ponía en evidencia los riesgos asociados a la dependencia exclusiva de plataformas satelitales comerciales para operaciones de defensa y seguridad. Oleksandr Dmitriev, fundador de OCHI, remarcó el peligro de la dependencia excesiva de servicios en la nube y planteó la necesidad de reforzar sistemas de comunicación local no ligados a internet.
Qué dijo la empresa sobre el apagón
SpaceX emitió un breve comunicado en la plataforma X, pidiendo disculpas y señalando la restauración progresiva de la conectividad. Nicolls afirmó el compromiso de la compañía con una red altamente confiable y aseguró que abordarán la causa raíz del problema para garantizar que no vuelva a ocurrir.
Aunque SpaceX no publicó un informe detallado sobre la naturaleza técnica del error, la empresa de Elon Musk aseguró que se implementarán estrategias para evitar situaciones similares en el futuro cercano. Según datos de DownDetector, hasta 60.000 usuarios reportaron inconvenientes durante el pico de la interrupción, con el mensaje “upstream no saludable” en las terminales afectadas, sugiriendo un fallo en la red troncal satelital.
La red de Starlink consiste actualmente en más de 5.000 satélites en órbita baja, conectados con pequeños terminales terrestres que permiten el acceso a internet de banda ancha incluso en condiciones climáticas y geográficas adversas. Este sistema, que también soporta servicios como el sistema T-Satellite (con T-Mobile) y conectividad inflight para aerolíneas, fue clave en la expansión de la conectividad global.
Aunque Starlink experimentó otras interrupciones, este evento global representa el primer corte de gran magnitud en 2024 y refuerza el debate sobre el grado de dependencia actual respecto a estas tecnologías. Para millones de usuarios, la caída evidenció el papel central que Starlink ocupa en la vida digital contemporánea, así como la necesidad de buscar mecanismos de respaldo y diversificación en la conectividad global frente a incidentes inesperados.