El cuidado del cuero cabelludo es la base para conseguir un cabello sano, fuerte y brillante. Si bien la lucha contra la grasa excesiva puede generar frustración, por el aspecto lacio y falta de volumen que da al cabello, la clave para un cuero cabelludo saludable radica tanto en los productos utilizados como en las rutinas diarias.
La meta es eliminar el exceso de grasa mediante una nutrición adecuada, el espaciado de los lavados y el uso de productos capilares que sean más sanos y no generen resequedad.
La raíz del problema: las glándulas sebáceas
Para combatir eficazmente la grasa, es vital entender su origen. Las glándulas sebáceas son las estructuras responsables de producir el sebo, el aceite natural diseñado para mantener el cabello hidratado. El problema del cabello graso surge cuando estas glándulas trabajan en exceso, provocando una acumulación de grasa que da lugar a ese aspecto pesado y aceitoso.
Con frecuencia, la situación se empeora debido a prácticas incorrectas. Utilizar productos capilares que tienden a resecar el cabello provoca que el cuero cabelludo reaccione creando más grasa, lo que produce el círculo vicioso del pelo graso que se intenta evitar.
La estrategia de lavado inteligente: frecuencia y temperatura
Una de las primeras medidas para romper este ciclo es optar por el uso de shampoos naturales que contengan extractos de plantas capaces de regular la producción de grasa sin agredir la piel.
Además, es crucial no lavar el cabello con demasiada frecuencia. El exceso de limpieza puede provocar un efecto rebote, incentivando la producción de la grasa que justamente se quiere evitar.
Cuando se espacian los lavados, se le da tiempo al cuero cabelludo para que se autoregule, lo cual debe hacerse de manera gradual para permitir que la piel se acostumbre y empiece a producir menos sebo.

- Frecuencia ideal: aunque la frecuencia varía de persona a persona, se recomienda comenzar lavando el cabello cada dos días y espaciar progresivamente. Dos o tres veces por semana se considera el punto ideal para cabellos con tendencia a engrasarse. Es importante “escuchar al cuerpo” y ajustar la frecuencia según cómo reaccione el cuero cabelludo.
- Temperatura del agua: el agua debe ser, en lo posible, tibia. El uso de agua muy caliente resecaría aún más el cuero cabelludo.
Tratamientos tópicos, higiene y nutrición
Una rutina exitosa contra el cabello graso debe ir más allá del lavado. Algunos expertos en cuidado del cabello de los salones David Künzle, en Madrid, brindan sus mejores consejos:
- Productos recomendados: los shampoos y otros productos que se utilicen deben ser sin sulfatos ni siliconas.
- Tratamientos complementarios: se puede recurrir a tratamientos tópicos como mascarillas o aceites naturales ricos en nutrientes que actúan directamente sobre el cuero cabelludo sin generar más grasa. Un ingrediente destacado es el pomelo, conocido por sus propiedades para regular la producción de sebo y mantener la piel limpia y fresca.
- Factores de estilo de vida: es esencial mantener una buena higiene y saber cómo manejar el estrés.
- Dieta y ácidos grasos: la nutrición juega un papel clave. Los expertos también aconsejan beber mucha agua y consumir suficientes ácidos grasos dentro de la dieta para ayudar a la salud capilar.























