¿Cansado de escuchar que tenés que tomar agua para cuidar tus riñones? Tranqui, hay otra forma de mantenerlos al 100% y encima, ¡este cítrico es delicioso! 🤤 Te hablamos de la naranja, la fruta que además de ser un golazo para tu salud en general, es la aliada perfecta para tus riñones.
¿Por qué la naranja es tan buena para los riñones?
Fácil, está llena de citratos, unos compuestos que evitan que se formen esos molestos cálculos renales. Es como tener un escudo protector contra el dolor. 🛡️ Y no solo eso, también tiene un montón de vitamina C y antioxidantes que ayudan a que tus riñones funcionen como un relojito. Con estas características: Adiós toxinas, hola bienestar!
Pero ojo, como con todo en la vida, la clave está en el equilibrio. No te comas 10 naranjas por día porque te va a subir el azúcar. Lo ideal es combinarlas con una dieta equilibrada y tomar mucha agua. Y si tenés alguna duda, siempre es mejor hablar con un médico. 😉
Si querés unos riñones fuertes y sanos, sumá naranjas a tu día a día. ¡Tu cuerpo te lo va a agradecer! 🙌
Algunos beneficios claves de la naranja para los riñones
- Previene la formación de cálculos renales.
- Es un poderoso antioxidante.
- Te ayuda a mantenerte hidratado.
- Elimina las toxinas del cuerpo.
Qué son los cálculos renales
Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones.
La dieta, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas y ciertos suplementos y medicamentos se encuentran entre las muchas causas de los cálculos renales. Los cálculos renales pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, los cálculos se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan, publica Mayo Clinic.
Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, aunque, normalmente, los cálculos no producen daños permanentes si se detectan oportunamente. Según sea el caso, es posible que solo tengas que tomar analgésicos y mucha agua para expulsar un cálculo renal. En otros casos (por ejemplo, si los cálculos se alojan en las vías urinarias, están asociados con una infección de las vías urinarias o causan complicaciones), es posible que necesites una cirugía.
Tu médico puede recomendarte un tratamiento preventivo para disminuir el riesgo de tener cálculos renales recurrentes si corres un mayor riesgo de volver a tenerlos.
Un cálculo renal no suele causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por el riñón o pasa a uno de los uréteres. Los uréteres son los conductos que conectan los riñones y la vejiga.
Si un cálculo renal queda alojado en los uréteres, puede bloquear el flujo de orina y hacer que el riñón se hinche y el uréter tenga espasmos, lo que puede ser muy doloroso. En ese momento, podrías experimentar los siguientes síntomas:
Principales síntomas de un cálculo renal
- Dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, debajo de las costillas
- Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle
- Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Otros signos y síntomas pueden incluir los siguientes:
- Orina de color rosado, rojo o marrón
- Orina turbia o con olor desagradable
- Necesidad constante de orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia u orinar en pequeñas cantidades
- Náuseas y vómitos
- Fiebre y escalofríos si existe una infección
El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar (por ejemplo, puede trasladarse a una ubicación diferente o aumentar su intensidad) a medida que se desplaza a través de las vías urinarias.