Pocas cosas generan más placer que una bebida bien fría. Y para muchos, esa bebida es una buena cerveza. Ya sea en un asado, juntada entre amigos, en la pileta o en casa de conocidos, saber cómo enfriarla rápidamente puede marcar la diferencia entre un brindis perfecto y una decepción templada.
Sin embargo, muchos de los métodos más conocidos -como envolver las botellas en papel húmedo y meterlas en el congelador- resultan poco eficaces o demasiado lentos para quienes no quieren esperar.
Según el creador de contenido científico @breakingvlad, existe un método eficaz y científicamente probado para enfriar cervezas en pocos minutos: sumergirlas en hielo con sal. Esta técnica aprovecha principios de la química para conseguir que las bebidas alcancen temperaturas mucho más bajas que con hielo solo, sin necesidad de complicaciones ni accesorios adicionales.
El truco definitivo para enfriar las cervezas
Simple: el truco consiste en llenar un recipiente con hielo, añadir sal y sumergir las cervezas. La clave está en la reacción que se produce al mezclar estos dos elementos.
Por un lado, el proceso de disolución de la sal es endotérmico, lo que significa que absorbe energía del entorno, enfriando el agua y el hielo a su alrededor. Sin embargo, el verdadero efecto decisivo viene del descenso crioscópico: la sal reduce el punto de congelación del agua, lo que permite que la mezcla de hielo y agua salada baje de 0° C sin congelarse por completo.

Este fenómeno hace que el hielo pueda absorber más calor de las botellas en contacto, lo que provoca un enfriamiento más rápido y profundo que el que se consigue con hielo solo. En cuestión de minutos, las cervezas alcanzan la temperatura ideal para disfrutarlas bien frías, sin necesidad de métodos improvisados ni largos tiempos de espera.
Una solución rápida para el verano
Frente a otras técnicas menos eficientes, el hielo con sal se presenta como una solución sencilla, rápida y científicamente efectiva. No se requiere equipamiento especial ni conocimientos previos: sólo un cubo, hielo, sal y las cervezas que se quieran enfriar. Perfecto para días de calor en los que cada minuto cuenta, y más aún cuando las visitas llegan sin previo aviso.