Cuando un jubilado decide acudir a una entidad bancaria para obtener un crédito es de suma importancia que, antes de hacerlo, sea consciente de todo lo que esto significa, cuáles son sus obligaciones y derechos.
Estas herramientas le aseguran una gestión responsable y un bienestar financiero.
También, cuando se habla de gestionar un préstamo para utilizarlo de manera inteligente (utilizarlo de manera estratégica, responsable y planificada), el fin es obtener beneficios financieros sin comprometer la estabilidad económica personal.
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Consejos para jubilados: los primeros pasos para un uso correcto del crédito
En primer lugar, el jubilado, como cliente de un banco y como beneficiario del crédito, debe tener un comportamiento ético, facilitando siempre información veraz y actualizada sobre su condición financiera.
Esto, logrará que el banco tenga toda la información verídica del solicitante y la utilice con el fin de evaluar de forma ética e imparcial su aptitud a la hora de asumir sus obligaciones de pago, regidas por las condiciones acordadas. Además de evitar su sobreendeudamiento.
Asegura, también, que la entidad otorgue el préstamo según la situación económica del jubilado.
No ignorar los contratos de servicio
- Aunque la compañía de servicios públicos y el médico probablemente no cobren intereses, los pagos atrasados o no realizados pueden verse reflejados en el informe crediticio y eso afectar al futuro préstamo al que se esta por acceder.
Monitorizar regularmente el historial crediticio
- El monitoreo regular del historial se torna esencial para garantizar que la información financiera del jubilado sea precisa y esté actualizada.
- La presencia de errores o inexactitudes en el historial puede tener un impacto negativo en la capacidad para obtener préstamos en el futuro.
- Una buena idea es solicitar un informe gratuito una vez al año de las agencias de informes de crédito y revisarlo minuciosamente para detectar posibles errores.

Consejos para jubilados: las herramientas más importantes
Los productos de financiación son una herramienta financiera sumamente útil en tanto que pueden facilitar el acceso a bienes y servicios que, de otra manera, serían inalcanzables para muchas personas.
Sin embargo, su uso indebido puede llevar a situaciones financieras comprometidas.
Es por eso que conocer la forma de gestionar este tipo de solicitudes y productos puede marcar una diferencia en las finanzas.
Comprender en su totalidad de qué se trata la ayuda financiera a la que están acudiendo
- Antes de empezar con el trámite de la solicitud, es esencial comprender en profundidad en qué consiste el proceso de financiación.
- Para esto, es necesario informarse con el banco desde qué significa un crédito financiero hasta sobre cuáles son las opciones, los intereses y el plazo a pagar.
- Resulta fundamental, además, familiarizarse con los términos y condiciones para así poder tomar decisiones fundamentadas y que ninguna situación los agarre desprevenidos.
Investigar y comparar las opciones que ofrecen los bancos
En la misma línea de informarse sobre las opciones, es importante investigar y comparar las ofertas de las que disponen los bancos.
No todos los créditos de consumo son iguales, y las tasas de interés, plazos y condiciones pueden variar significativamente entre las diferentes entidades financieras.
Antes de tomar una decisión, es importante investigar y comparar diversas ofertas.
Utilizar herramientas online especializadas o recibir asesoramiento por parte de un profesional financiero puede ser de gran ayuda para encontrar la opción que mejor se adapte a las necesidades y posibilidades económicas.

Los asesores financieros pueden brindar orientación personalizada y ayudar a tomar decisiones mejor fundamentadas sobre el crédito y la gestión de las finanzas.
Una de las recomendaciones sobre elegir el producto financiero que se amolde a las necesidades es buscar financiación a tipos de interés bajos y condiciones flexibles.
Por otro lado, comparar tarjetas de crédito, préstamos o líneas de crédito es esencial para evitar pagar intereses altos innecesariamente.
También, se puede aprovechar promociones como “sin intereses”, pero, en estos casos, es fundamental mantenerse alerta en la tasa anual equivalente (TAE), ya que pueden tener comisiones u otros gastos.
Entender cuándo es realmente necesario
El crédito debe usarse para financiar gastos que aporten valor, como educación, adquisición de vivienda o crecimiento de un negocio.
Se recomienda evitar el financiamiento de caprichos o lujos con crédito, a menos que se tenga un plan claro para cubrir los pagos sin afectar las finanzas.
Utilizarlo para compras impulsivas o gastos superfluos puede llevar a una acumulación de deudas innecesaria.
Antes de utilizar el crédito, es importante preguntarse si el gasto es verdaderamente necesario y si no existen alternativas más económicas.
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Calcular la capacidad de pago
En relación al punto anterior, para saber cuánta cantidad de dinero es la realmente necesaria es fundamental saber cuáles son las necesidades puntuales qué se quiere cubrir y en qué plazo de tiempo se puede pagar.
A partir de esto, antes de solicitar el crédito, se debe evaluar si los ingresos son suficientes para cubrir las cuotas mensuales sin afectar otros gastos básicos.
Esto implica examinar detenidamente los ingresos y gastos mensuales. Es crucial que los jubilados se aseguren de que existen las capacidades de cumplir con las cuotas sin comprometer la estabilidad financiera.
Una buena regla es que las deudas no superen el 30-40% de los ingresos mensuales, aunque menos es mejor.
Esto es fundamental para tarjetas de crédito y préstamos personales.

Incluso si paga su factura completa cada mes, si un prestamista detecta que está usando la mayor parte o la totalidad del crédito disponible, asumirá que lo que necesita de carácter obligatorio es la totalidad del préstamo.
Otra clave para lograrlo, es la elaboración de un presupuesto bien estructurado que ayude a determinar cuánto se puede destinar al pago de la deuda sin sacrificar las necesidades básicas.
Pagar puntualmente, una decisión clave
El cumplimiento de los pagos en las fechas acordadas es básico si el jubilado quiere mantener una buena reputación crediticia.
Además, es indispensable saber que los pagos atrasados pueden generar cargos adicionales y afectar negativamente la calificación crediticia. Esto dificultará la obtención de créditos en el futuro.
Definir recordatorios de pago o automatizar los pagos son algunas de las medidas que se pueden tomar para garantizar puntualidad a la hora de responder a los compromisos.
Por otro lado, en tarjetas de crédito, el pago mínimo prolonga la deuda y genera altos intereses.
Es más recomendable elegir una cuota que amortice parte del capital y así evitar mayores intereses.
Leer detenidamente el contrato
Aunque parezca de más aclarar que la lectura del contrato es fundamental, siempre es importante recordar que el contrato contiene todos los detalles relacionados con el préstamo, incluyendo la tasa de interés, los plazos de pago, las penalizaciones por pagos atrasados y otros términos importantes.
Por lo que, leerlo detenidamente y no dejar nada por entendido, es una tarea obligatoria en este proceso.
Cualquier duda al respecto debe ser aclarada pertinentemente antes de firmar el contrato, y, por supuesto, nunca se debe firmar un documento sin haberlo entendido completamente.

Conocer los costos asociados
Además de la tasa de interés, pueden incluir otros costos, como comisiones de apertura, seguros o gastos de administración.
Tenerlos en cuenta al calcular el costo total del crédito es fundamental antes de tomar una decisión.
Algunas veces, una oferta con una tasa de interés más baja puede resultar en un costo total más alto debido a cargos adicionales que, a menudo, tienden a pasar desapercibidos.
Tener recursos de emergencia
Contar con un fondo de emergencia es crucial. Esto permitirá hacer frente a situaciones imprevistas y de fuerza mayor que puedan comprometer la estabilidad, como gastos médicos o reparaciones urgentes, sin necesidad de recurrir a un crédito.
Mantener este fondo ayudará a evitar la acumulación de deudas innecesarias.
En la misma línea, uno de los mayores peligros es el endeudamiento excesivo.
Para evitar esta situación, es importante establecer un límite y no solicitar más de lo necesario.
Si ya se tienen deudas, es fundamental no acumular más sin un plan claro para su cancelación.
Mantener un registro de todas las deudas pendientes y sus plazos de pago es una práctica altamente recomendable.

Un ejemplo: los créditos del Nación y el Banco Provincia para jubilados
Los jubilados que cobran sus haberes por Anses pueden acceder a préstamos a través del Banco Provincia de Buenos Aires o el Nación con cuotas desde $ 5.350 y montos ajustados a sus ingresos.
Por un lado, el Banco Provincia ofrece líneas de crédito con tasas fijas y plazos de hasta 36 meses, donde por cada $ 100 mil solicitados la cuota ronda los $ 5.350.
Para jubilados que pueden pagar cuotas de $ 22 mil mensuales, el banco ofrece préstamos con montos más altos y condiciones flexibles.
La tasa de interés es fija anual del 49%, lo que garantiza cuotas mensuales estables durante todo el período del préstamo, brindando previsibilidad al beneficiario.
Por otro lado, el Banco Nación ofrece montos disponibles desde $10 mil hasta sumas que no superen el 35% del ingreso neto mensual.
Los plazos son hasta 36 meses si se utiliza la modalidad e@descuentos (descuento directo del recibo de haberes) y hasta 72 meses si se elige débito en cuenta.
Y por último, las tasas que ofrece son Tasa Nominal Anual (TNA) fija del 40%, Tasa Efectiva Anual (TEA) del 48,25% y un Costo Financiero Total (CFT) de hasta el 60,72%.