Los cajeros automáticos continúan funcionando como un canal habitual para obtener efectivo, operando de manera continua y ofreciendo acceso inmediato al dinero disponible en cuentas, incluso con el crecimiento sostenido de las billeteras virtuales y los pagos electrónicos.
En diciembre de 2025, las entidades financieras actualizaron los topes diarios para extracciones, los cuales dependen del banco y del perfil de cada cliente.
Estos límites generalmente pueden ser ampliados por el usuario mediante la banca digital, homebanking o la app oficial, siempre que se cumplan los requisitos internos establecidos por la entidad.
Los límites de extracción por entidad bancaria
Cada banco determina el monto máximo que un usuario puede retirar diariamente. Los montos actualizados para diciembre de 2025 son los siguientes:

- Banco Nación: permite extraer hasta $ 1.000.000 diarios, con opción de ampliación a través de la aplicación móvil.
- Banco Provincia: fija un tope de $ 400.000, con posibilidad de extensión mediante su plataforma digital.
- Banco Ciudad: establece un límite de $ 800.000, ampliable hasta $ 1.200.000 desde los canales electrónicos.
- Banco Galicia: habilita extracciones de hasta $ 400.000 por día y un máximo de $ 2.400.000 en cajeros propios.
- ICBC: mantiene un tope diario de $ 550.000.
- BBVA: fija un límite de hasta $ 2.100.000, dependiendo del perfil del cliente.
- Banco Macro: sostiene un máximo de $ 400.000 por día.
- Banco Santander: establece un tope de hasta $ 1.000.000 diarios.
Estos valores rigen para extracciones realizadas en cajeros propios o de la misma red, aunque los montos pueden variar en terminales de otras entidades debido a restricciones operativas. El acceso a ampliaciones de límite se basa en factores como el historial del cliente, el tipo de cuenta o las acreditaciones recibidas.
Según la normativa reciente, los bancos deben informar a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca) cuando una persona realice retiros superiores a $ 10 millones en cajeros automáticos. Este umbral fue fijado para identificar movimientos de efectivo de alta magnitud, integrándose la información a los registros fiscales para verificar la consistencia patrimonial y tributaria de los usuarios.
























