Un desagüe puede atascarse incluso cuando no caen restos visibles de comida o cabello. Los profesionales explican que la mayoría de las obstrucciones no se debe a un objeto grande que bloquea el paso del agua, sino a una acumulación progresiva dentro de la tubería.
Cada uso de la bacha o del lavatorio arrastra pequeñas cantidades de jabón, champú, gel, crema, pasta de dientes o aceites corporales.
Al combinarse con la cal presente en el agua, esos residuos forman una película pegajosa, biofilm, que se adhiere a las paredes internas del conducto. Con el tiempo, el paso del agua se reduce hasta generar un atasco.
La causa invisible del atasco
A ese biofilm se suman también las llamadas “grasas invisibles”, diminutas partículas procedentes de utensilios y platos que se desprenden incluso cuando no se vierte aceite directamente por la pileta. En contacto con el agua fría, estas grasas se solidifican con rapidez, sobre todo en invierno.
El contraste térmico es determinante. Cuando el agua caliente del lavado baja por una tubería fría, las grasas microscópicas y los restos de jabón se endurecen y se adhieren con más firmeza. Las empresas de desatascos señalan que los meses fríos concentran más consultas por esta razón.
La calefacción también influye. Al resecar el ambiente, favorece la compactación de residuos de cal y jabón, que se vuelven más difíciles de desplazar en el interior de la tubería.
Otros factores que favorecen la obstrucción

Además de los depósitos invisibles, hay características estructurales que pueden generar atascos. Las tuberías con poca pendiente ralentizan el flujo del agua y permiten que los residuos se acumulen. Los codos y giros bruscos actúan como puntos de retención.
En instalaciones antiguas, las irregularidades internas de las tuberías facilitan que la suciedad quede atrapada. También es posible que sedimentos lleguen desde otros sectores de la red doméstica y agraven el problema.
Cómo evitar que vuelva a ocurrir
Los especialistas recomiendan hacer correr agua caliente periódicamente para ayudar a disolver grasas y restos de jabón.
También aconsejan mantener limpia la rejilla del desagüe y evitar el uso de productos abrasivos que pueden dañar el interior de la tubería.
No verter aceite, grasa o café, aunque parezcan cantidades mínimas, es clave para prevenir depósitos persistentes que terminan endureciéndose.
Cómo desatascarlo
Cuando el atasco ya está instalado, uno de los métodos más eficaces y accesibles es la sopapa de goma. Para que funcione correctamente, los profesionales sugieren seguir estos pasos.
- Llenar el lavatorio, pileta de la cocina o bañera con agua caliente, con el tapón puesto, hasta cubrir el desagüe.
- Tapar la salida de aire para generar vacío.
- Retirar el tapón y colocar la ventosa asegurando un buen sellado.
- Bombear con movimientos firmes hacia arriba y hacia abajo durante varios segundos.
- Retirar los restos visibles que emergen y desecharlos en la basura.
- Dejar correr agua para comprobar si el flujo se normalizó.























