Prender el fuego suele ser el momento más delicado del asado, incluso para quienes tienen experiencia en la parrilla. Entre soplar, acomodar el carbón, intentar que la llama no se apague y evitar atajos peligrosos, el proceso puede demorar más de lo necesario. Sin embargo, un método casero, económico y seguro volvió a ganar terreno en los últimos meses por su efectividad: utilizar papel absorbente y aceite de cocina usado como encendedores naturales.
El truco se sostiene en un principio sencillo. A diferencia de técnicas riesgosas, como el uso de alcohol o nafta —que pueden generar llamaradas, accidentes y hasta alterar el sabor de la carne—, el aceite funciona como un combustible estable y predecible. El papel, por su parte, enciende de inmediato y actúa como soporte para que la llama perdure lo suficiente como para que el carbón prenda de manera uniforme.
El procedimiento consiste en formar una bola compacta de papel absorbente, empaparla con aceite ya utilizado (el de fritura es ideal) y colocarla en el centro del carbón o la leña. Una vez encendida, la llama mantiene la intensidad durante varios minutos, permitiendo que el fuego avance sin necesidad de sopladores, abanicos o intervenciones excesivas. En condiciones normales, las brasas quedan listas en aproximadamente 10 a 15 minutos.
Detrás de su simpleza, el método ofrece otros beneficios. Al no usar químicos, evita humos densos y olores penetrantes. Además, reutiliza un residuo doméstico —el aceite usado— que, de otra manera, suele terminar en la basura o en desagües donde causa daños ambientales. Y, sobre todo, elimina la ansiedad del inicio del asado, donde muchas veces se pierde más tiempo que en la propia cocción.
Paso a paso: cómo encender el carbón con este método
- Formar una bola compacta con papel absorbente o papel de diario.
- Empaparla con aceite usado, preferentemente de fritura.
- Colocarla en el centro del carbón o la leña, rodeándola sin aplastarla.
- Encenderla con un encendedor largo o fósforo para evitar quemaduras.
- Dejar que la llama avance sola, sin soplar ni mover el carbón.
El sistema funciona tanto para carbón vegetal como para maderas blandas, y es especialmente útil en parrillas abiertas, donde el viento suele jugar en contra durante el encendido.
Más allá del truco, los especialistas coinciden en algo: lo esencial para un buen asado no es acelerar todo a cualquier precio, sino lograr brasas parejas que garanticen una cocción pareja. Este método apunta justamente a eso: simplificar el proceso inicial sin modificar el sabor ni alterar la experiencia.
