La escena del gato acercándose a un plato de leche es una postal clásica que atravesó generaciones. Sin embargo, esta costumbre, heredada más de la tradición que de la ciencia, no coincide con las necesidades reales de los felinos. Los especialistas explican que la gran mayoría de los gatos adultos desarrolla intolerancia a la lactosa, ya que después del destete dejan de producir lactasa, la enzima necesaria para digerirla adecuadamente.
Cuando un gato adulto consume leche, la lactosa no digerida avanza hacia el intestino grueso y comienza a fermentar, provocando síntomas como diarrea, gases, hinchazón o malestar general. En algunos casos también pueden aparecer vómitos o signos de deshidratación, especialmente si el cuadro se prolonga o si el animal ya padece alguna enfermedad previa.

Qué dicen los veterinarios sobre darle leche a los gatos
La leche de vaca contiene altos niveles de grasa y fosfato, dos componentes que pueden resultar problemáticos, sobre todo en gatos con patologías renales. Por eso, ante cualquier reacción digestiva, la indicación profesional es suspender los lácteos y consultar a un veterinario.
Aunque existen alternativas deslactosadas o “leches para gatos”, los expertos aclaran que suelen ser productos muy calóricos y no aportan nutrientes esenciales. El único líquido realmente necesario para un gato sano es el agua fresca. En el caso de los gatitos huérfanos, la única opción válida son las fórmulas maternizadas específicas, nunca la leche de vaca.

Respecto a la alimentación diaria, los veterinarios coinciden en que una dieta completa y equilibrada, basada en comida húmeda combinada con alimento seco, es más que suficiente para cubrir todas las necesidades nutricionales. La comida húmeda contribuye a la hidratación y ayuda a controlar el peso, mientras que el alimento seco colabora con la salud dental.
Ofrecer leche a un gato adulto no aporta beneficios y sí puede generar molestias digestivas. Agua fresca, una dieta adecuada y controles veterinarios regulares son los pilares reales del bienestar felino.























