En la misa, la Liturgia de la Palabra es uno de los momentos centrales de la celebración. En este punto, se leen los pasajes de la Biblia que permiten adentrarse en las enseñanzas de Jesucristo.
Compartimos los textos del lunes 17 de marzo de 2025 publicados por el sitio web del Vaticano.
Liturgia del 17 de marzo de 2025: Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel
Daniel 9, 4-10
En aquellos días, imploré al Señor, mi Dios, y le hice esta confesión: “Señor Dios, grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades, hemos sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro, que ahora soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén y de todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde tú los dispersaste, a causa de las infidelidades que cometieron contra ti.
Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. De nuestro Dios, en cambio, es el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él, y al no seguir las leyes que él nos había dado por medio de sus siervos, los profetas, no hemos obedecido su voz".
Evangelio del día: 17 de marzo de 2025
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lucas 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".
17 DE MARZO, SAN PATRICIO
Según la página oficial del Vaticano, el Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. Hoy se recuerda a San Patricio.
San Patricio, cuyo nombre de nacimiento era Maewyn Succat, nació en la Britania Romana entre los años 385 y 392 en una familia cristiana. A los quince o dieciséis años, fue secuestrado por piratas irlandeses y vendido como esclavo en el norte de Irlanda.
Durante su cautiverio, desarrolló una profunda fe y oración constante, según relata en su “Confesión”: “El amor por Dios y el temor a Él crecieron en mí, y así la fe. En un solo día rezaba cien oraciones, y de noche casi otras tantas. Rezaba en los bosques y sobre los montes, incluso antes de la aurora. Ni la nieve, ni el hielo, ni la lluvia parecían tocarme”.
Seis años después, tuvo una visión que le anunciaba su liberación, por lo que escapó y recorrió cientos de kilómetros hasta la costa, donde logró regresar a Britania y reunirse con su familia.
Poco tiempo después, experimentó otra visión en la que los irlandeses le pedían que regresara para evangelizarlos. Movido por este llamado, prosiguió su formación religiosa y fue ordenado presbítero. Sin embargo, enfrentó obstáculos para convertirse en obispo debido a la falta de una educación formal. Finalmente, entre los años 431 y 432, fue consagrado Obispo de Irlanda y comenzó su labor misionera en la isla. Durante casi cuarenta años, enfrentó persecuciones y encarcelamientos, pero logró convertir a miles de irlandeses al cristianismo, estableciendo la vida monástica y la sede episcopal en Armagh.
San Patricio es recordado por su uso del trébol para explicar el misterio de la Trinidad, tradición que lo asocia con este símbolo hasta la actualidad. Falleció el 17 de marzo del año 461 en Saúl, y sus restos fueron trasladados a la Catedral de Down, en la actual Downpatrick. Su legado se mantiene vivo en la celebración del Día de San Patricio, una festividad que se ha extendido más allá de Irlanda y se conmemora en todo el mundo.

Oración a San Patricio
Santo Obispo Patricio, fiel pastor de la grey real de Cristo, que iluminaste a Irlanda con el resplandor del Evangelio, que es la fuerza poderosa de la Trinidad, ahora que gozas de la Bienaventuranza Eterna, intercede para que el Redentor nos preserve en la fe y la caridad. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.
Oración de San Patricio “contra las asechanzas del mal”
Cristo conmigo, Cristo ante mí, Cristo tras de mí, Cristo en mí, Cristo bajo mí, Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo cuando me acuesto, Cristo cuando me siento, Cristo cuando me levanto, Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Cristo en la boca de todo hombre que hable de mí, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.