Ubicada en una de las esquinas más emblemáticas del centro de Buenos Aires, Güerrín logró un hito inédito en la gastronomía internacional: transformarse en el restaurante con mayor cantidad de reseñas en Google a nivel mundial. El local superó a referentes históricos como Katz’s Delicatessen, en Nueva York, y al restaurante Guy Savoy, en París, consolidando su lugar como una parada obligada tanto para porteños como para turistas.
Fundada en 1932 por los inmigrantes genoveses Franco Malvezzi y Guido Grondona, la pizzería nació incluso antes que el Obelisco y fue clave en la popularización de la pizza al molde en la Ciudad. En sus comienzos, el local funcionaba de manera simple: una barra, la caja y un flujo constante de clientes que comían de pie. Detrás, los pizzeros vivían en el mismo edificio, en un esquema típico de la época.

Cómo es la historia de Güerrín
Con el correr de las décadas, Güerrín creció al ritmo de la avenida Corrientes y de la vida cultural porteña. Durante los años dorados del teatro, se convirtió en punto de encuentro de actores, humoristas y figuras del espectáculo. Con el tiempo, sumó un salón familiar y un segundo piso, alcanzando una capacidad cercana a las mil personas.
Uno de los símbolos del local es su horno de leña, que permanece encendido desde hace más de 90 años. La continuidad del fuego no es un detalle menor: mantener la temperatura constante es clave para preservar la estructura del horno y garantizar el sabor característico de sus pizzas. A esto se suma el amasado manual, la salsa de tomate perita con condimentos clásicos y una generosa cantidad de mozzarella, que ronda los 550 gramos por unidad.

Los números reflejan la magnitud del fenómeno: durante los fines de semana se venden alrededor de 1.500 pizzas por día, además de cientos de porciones de fainá y miles de litros de cerveza al mes. Desde su apertura, Güerrín ya superó los nueve millones de pizzas despachadas.




























