La semana próxima, gran parte del país, incluida la provincia de Córdoba, experimentará una ola de calor extraordinaria con temperaturas que rozarán los 40°C.
Según pronósticos meteorológicos, este fenómeno estará acompañado de tormentas aisladas que ofrecerán un alivio temporal al calor sofocante.
De acuerdo con los datos suministrados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) el fenómeno comenzará a notarse ya desde este fin de semana ya en algunas regiones.
La Voz consultó a Marcelo Madelón, meteorólogo en el Aeropuerto Internacional Ingeniero Ambrosio Taravella, sobre qué esperar día a día, cómo afectará la sensación térmica y qué precauciones tomar para atravesar este periodo de calor extremo.
Una semana de calor extremo: el día a día
El cambio en las condiciones comenzará el próximo domingo 12 de enero, cuando el viento del noreste incremente gradualmente las temperaturas.
El viernes 10 y el sábado 11, Madelón explica que los días estarán relativamente más frescos, con máximas alrededor de los 31°C gracias al ingreso de un leve viento del sur.
Será entonces el momento propicio para recuperar el aliento para afrontar el calor que se espera a partir del domingo.
Es que del domingo 12 al jueves 16 comienza la escalada de calor. “Las temperaturas máximas alcanzarán los 35°C el domingo, 36°C el lunes, 37°C el martes, y entre 38 y 39°C entre miércoles y jueves. La sensación térmica podría superar los 40°C, dependiendo del nivel de humedad, aunque el pronóstico habla de un clima seco”, detalla el especialista.
El viernes 17 llega un alivio temporal con tormentas y chaparrones que refrescarán el ambiente, aunque las temperaturas seguirán siendo altas.
¿Y después? Más calor con tormentas aisladas
Tras las lluvias del viernes, se espera que el calor regrese rápidamente durante el fin de semana. Según Madelón, es probable que se mantenga un patrón de dos o tres días de calor intenso seguidos de tormentas. Este ciclo podría extenderse por varias semanas más.
Aunque no existen predicciones exactas para periodos extensos, los modelos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) sugieren que el verano 2025 será ligeramente más cálido y seco de lo normal en Argentina. Sin embargo, estas tendencias no son definitivas, ya que los pronósticos precisos sólo abarcan periodos de 5 a 7 días.
En cuanto a las lluvias, se prevé que sean más aisladas y localizadas. “Las tormentas no son fenómenos generales; pueden afectar un barrio y dejar intacto otro cercano”, señala el referente en la meteorología de Córdoba, destacando la complejidad de estos eventos meteorológicos.
¿Habrá alertas meteorológicas?
El SMN no ha emitido hasta el momento alertas de riesgo extremo para la próxima semana. Las lluvias previstas para el viernes 17 serán de intensidad moderada y no se espera que generen condiciones severas.
Sin embargo, el meteorólogo advierte que las alertas suelen abarcar áreas grandes y, en ocasiones, algunos sectores dentro de esas zonas no experimentan los fenómenos anunciados. Este comportamiento puede generar confusión o desconfianza en la población.
¿Cómo prepararse para la ola de calor?
Ante temperaturas extremas, es fundamental tomar medidas preventivas para proteger la salud y minimizar el impacto del calor:
- Hidratación constante. Beber agua regularmente, incluso si no se tiene sed. Evitar las bebidas alcohólicas y con cafeína.
- Exposición al sol. Limitar las actividades al aire libre entre las 10 y las 16. Si hay que salir, usar protector solar, sombrero y ropa liviana.
- Enfriamiento del hogar. Usar ventiladores, aire acondicionado o métodos naturales como abrir ventanas en horarios estratégicos para crear corrientes de aire.
- Cuidado especial a grupos vulnerables. Los niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas son más propensos a sufrir golpes de calor.
- Planificar actividades con anticipación. Reorganizar tareas para horarios más frescos y evitar esfuerzos físicos intensos.
Un verano de extremos: entre el calor y las lluvias
Este patrón de olas de calor intercaladas con lluvias muestra las características típicas de un verano que, aunque no es excepcionalmente caluroso en términos históricos, presenta picos térmicos significativos. “No es un verano completamente agobiante, pero tampoco es tan fresco como algunos podrían esperar”, agrega Madelón.
El fenómeno también destaca la importancia de prestar atención a las alertas y los pronósticos meteorológicos para evitar riesgos como inundaciones repentinas o golpes de calor.
