El Ozempic, una de las drogas más vendidas a nivel mundial y de alta demanda en Argentina, ha experimentado una drástica reducción de precio de hasta un 50 por ciento a partir de este martes.
Esta significativa caída, anunciada por el laboratorio danés Novo Nordisk, responde directamente a la emergente competencia nacional, un escenario que redefine la lógica del mercado farmacéutico en el país.
La decisión busca mantener la “competitividad” de la marca en el mercado argentino.
Guerra de precios: la estrategia de Novo Nordisk
La medida de Novo Nordisk, el laboratorio que fabrica y distribuye Ozempic en Argentina, se produce apenas un mes después de la llegada a las farmacias de una copia local: el Dutide inyectable, desarrollado por el laboratorio Elea.
Elea pudo copiar el medicamento original, basado en semaglutida, debido a que este no contaba con patente en Argentina.
Aunque Novo Nordisk no admitió abiertamente que la reducción se deba a la competencia nacional, sí sugirió que forma parte de una evaluación continua de su estrategia comercial para asegurar que sus productos “permanezcan competitivos y accesibles” y para analizar las “tendencias del mercado”.

El objetivo es equilibrar la innovación con una política de precios que facilite la accesibilidad al tratamiento y ayude a los pacientes a sostener sus tratamientos crónicos sin interrupciones.
Cifras que impactan: ahorro sustancial
La disminución del gasto mensual para los pacientes es notable, especialmente para la dosis de 1 miligramo (mg), popular entre quienes la usan contra la obesidad fuera de prospecto.
Para un paciente con un 40 por ciento de cobertura de prepaga u obra social y beneficiario del programa “Novo a la par” (con un descuento base del 25 por ciento), el costo de Ozempic de 1 mg pasa de aproximadamente 294.017 pesos a 150.822 pesos, lo que representa una reducción de más del 49 por ciento.
Para las dosis de 0,25 mg y 0,50 mg, utilizadas estrictamente para la diabetes, el precio mensual por una inyección semanal baja de 172.950 pesos a 125.685 pesos, una reducción del 27 por ciento.
A pesar de esta baja, el Dutide nacional aún se posiciona como una opción considerablemente más económica.

La versión de 1 mg de Dutide, con el 40 por ciento de descuento por obra social o prepaga, se vende a 77.040 pesos, siendo casi un 50 por ciento más barato que el nuevo precio del Ozempic danés.
Las dosis nacionales de 0,25 mg y 0,50 mg de Dutide tienen un costo de 59.220 pesos y 68.100 pesos respectivamente.
Un antecedente que marca tendencia
Esta no es la primera vez que la aprobación de una copia nacional de un medicamento extranjero por parte de la Anmat provoca una reducción automática de su valor.
Un antecedente reciente y significativo involucra también al laboratorio Elea: en enero pasado, la empresa lanzó al mercado la copia de una droga del laboratorio MSD contra el cáncer, el pembrolizumab, que era el medicamento de mayor facturación en 2024.
En aquel momento, el pembrolizumab original redujo su precio un 40 por ciento.
La estrategia de salud pública
Tras estos eventos, el Gobierno ha anunciado un plan para incentivar la fabricación local de biosimilares con el objetivo de bajar los precios de los medicamentos en Argentina.
Este tipo de iniciativa es considerada una estrategia clave de salud pública.
Un informe reciente de la Universidad Complutense de Madrid sobre el impacto presupuestario de los biosimilares en España (2020-2030) revela los beneficios económicos: hasta 2023, con 16 principios activos, el sistema de salud español ahorró 5.803 millones de euros.
La previsión para 2024-2030, con 27 principios activos desarrollados, es un ahorro adicional de 22.270 millones de euros, sumando un ahorro total proyectado de 28.073 millones de euros en una década.
En Argentina, existen drogas patentadas que impiden su copia por 20 años, mientras que otras, sin patente local, permiten el desarrollo por parte de laboratorios nacionales.
Semaglutida: ¿mayor accesibilidad o uso indiscriminado?
La semaglutida es la droga activa tanto en Ozempic como en Dutide, ambas indicadas para tratar la diabetes tipo 2.
Una dosis más alta de este mismo fármaco (2 mg) se utiliza estrictamente contra la obesidad; en el caso de Novo Nordisk, se comercializa como Wegovy, cuyo arribo a Argentina se espera para la próxima primavera.
Aunque la mayor accesibilidad a la semaglutida debido a la baja de precios es un beneficio innegable para los pacientes que la necesitan para condiciones crónicas, también abre un interrogante sobre su uso estético indiscriminado.
Médicos y nutricionistas han alertado que la droga solo debe utilizarse bajo prescripción médica y que su tratamiento debe ir acompañado de cambios en el estilo de vida.
Efectos adversos y precauciones médicas
Otro aspecto bajo constante estudio son los posibles efectos adversos de la semaglutida.
Un reciente estudio de la Universidad de Toronto y del Hospital Western de Canadá, publicado en la revista JAMA Oftalmología, que incluyó a 139.002 pacientes, encontró un riesgo sustancialmente mayor de desarrollar degeneración macular neovascular relacionada con la edad en pacientes con diabetes mayores de 66 años que utilizaron la droga, en comparación con quienes no la usaron.
Todavía se sabe poco sobre los efectos oculares a largo plazo por la exposición sistémica prolongada a la semaglutida.
No obstante, otros estudios han destacado los efectos positivos de este fármaco sobre la salud cardiovascular y renal, beneficios que, según se comprobó, son independientes del descenso de peso de los pacientes.
La reducción del precio de Ozempic marca un antes y un después en el acceso a tratamientos vitales en Argentina, pero subraya la necesidad de una supervisión médica rigurosa para garantizar su uso adecuado y seguro.