Los propietarios que buscan mejorar sus viviendas o revalorizar un inmueble usado antes de venderlo se encuentran con un escenario inesperado: por primera vez en casi dos años, el costo de refaccionar un baño en Argentina, medido en dólares, bajó. Pero esta baja no responde a una disminución de precios en pesos, sino al efecto directo de la dinámica cambiaria: con el salto del dólar, el valor de la obra expresado en moneda dura se achicó.
De acuerdo con el informe de Reporte Inmobiliario, refaccionar un baño y una cocina estándar en un departamento urbano demanda hoy una inversión aproximada de $ 17.039.421, equivalente a unos US$ 11.850 si se calcula al dólar blue vendedor. Esto implica casi US$ 1.350 menos que el trimestre anterior. Para un baño amplio, de más de 6 m², el presupuesto puede acercarse a US$ 10.000, dependiendo de las terminaciones.
Los costos en pesos continúan ajustándose al ritmo inflacionario, alrededor del 2% mensual promedio, pero el movimiento del tipo de cambio hizo que el monto en dólares retrocediera.
Los detalles que disparan el presupuesto del baño
El valor final de una remodelación está determinado por la calidad de materiales y terminaciones. Para quien tiene ahorros en dólares, este puede ser un buen momento para encarar una obra; para el resto, la opción suele ser financiar una parte del proyecto.
Algunos ítems de alta gama pueden disparar el gasto. Una grifería de bañera exenta, por ejemplo, supera los $ 2.000.000. Y tras la devaluación de agosto, productos como bachas, griferías y sanitarios aumentaron entre 20% y 25%.
Como guía, hoy los precios base del mercado son:
- Grifería estándar: desde $ 70.000
- Bacha: desde $ 100.000
- Inodoro de primera marca: desde $ 125.000
- Juego de ducha + bidet + lavatorio: alrededor de $ 400.000 (la versión premium puede costar 70% más)
La arquitecta Gabriela Correa, especialista en remodelaciones, subraya que el baño es un espacio donde la eficiencia es clave: “Se busca optimizar cada centímetro”. Las tendencias actuales priorizan la funcionalidad, pero sin resignar estética.
Hoy se imponen:
- Espejos redondos en lugar de los clásicos rectangulares.
- Iluminación protagonista, con luces cálidas y dirigidas.
- Dobles bachas en baños principales.
- Sanitarios suspendidos, que aportan amplitud visual.
- Áreas de guardado separadas del espacio de ducha.
