El Caribe enfrenta una emergencia ambiental sin precedentes debido a la llegada masiva de sargazo, una macroalga parda que está transformando las icónicas playas de arena blanca y aguas turquesas en un manto marrón maloliente.
En mayo de 2025, se registraron 38 millones de toneladas métricas de sargazo en el Atlántico, la mayor cantidad desde que comenzaron los estudios en 2011, superando el récord anterior de 22 millones de toneladas en 2022.

Esta proliferación récord, reportada por el Laboratorio de Oceanografía Óptica de la Universidad del Sur de Florida, está afectando desde Puerto Rico hasta Guyana, con graves consecuencias para el turismo, la vida marina y la salud pública.
¿Qué es el sargazo y por qué es un problema?
El sargazo, perteneciente al género Sargassum, es una alga flotante que históricamente se concentraba en el Mar de los Sargazos, en el Atlántico Norte. Desde 2011, un nuevo “Gran Cinturón de Sargazo” se formó en el Atlántico tropical, extendiéndose por miles de kilómetros desde África hasta el Caribe.

En mar abierto, es un ecosistema vital para especies como tortugas, peces y camarones, pero su acumulación masiva en las costas genera múltiples problemas:
- Impacto ambiental: Bloquea la luz solar, asfixiando corales y pastos marinos. Un estudio de 2021 en Climate Change Ecology encontró que reduce la luz hasta un 73% y eleva la temperatura del agua hasta 5°C, afectando la biodiversidad. En 2018, una llegada masiva en México causó la muerte de 78 especies marinas, especialmente peces y crustáceos.
- Daños económicos: El turismo, motor económico del Caribe, sufre por playas cubiertas de algas malolientes, lo que lleva a cancelaciones y pérdidas millonarias. En Quintana Roo, México, el costo de limpieza puede alcanzar hasta 1.5 millones de dólares por kilómetro de playa al año.
- Salud pública: La descomposición del sargazo libera gases tóxicos como ácido sulfhídrico, causando irritación respiratoria y, en casos extremos, problemas pulmonares. En 2018, Guadalupe y Martinica reportaron 11,400 casos de exposición aguda, con tres internaciones en terapia intensiva.

Causas del aumento de sargazo
Los científicos aún no tienen una respuesta definitiva sobre por qué el sargazo ha alcanzado niveles récord, pero señalan varios factores:
- Cambio climático: El calentamiento de los océanos favorece el crecimiento del alga.
- Contaminación por nutrientes: Escorrentías agrícolas, especialmente de nitrógeno y fósforo del río Amazonas, alimentan la proliferación.
- Cambios en corrientes oceánicas: Alteraciones en los patrones de viento y corrientes desplazan grandes masas de sargazo hacia el Caribe.
Impacto en el Caribe mexicano
En México, Quintana Roo es el epicentro de la crisis. En 2025, se han recolectado 4,236 toneladas de sargazo en siete puertos, con un acumulado de 266,043 toneladas desde 2019.

La Secretaría de Marina (Semar) ha desplegado 13 unidades marítimas, incluyendo buques sargaceros y barreras de contención, para interceptar el alga antes de que llegue a las playas.
Sin embargo, destinos como Tulum, Playa del Carmen y Mahahual reportan impactos severos, con pescadores viendo su actividad paralizada y hoteles asumiendo costos de limpieza.
Respuestas y posibles soluciones
Los países caribeños están implementando medidas, aunque ninguna es definitiva:
- Limpieza y barreras: En México, la Operación Sargazo 2025 combina esfuerzos gubernamentales y privados. En República Dominicana, se usan barreras en Punta Cana, mientras que en el Caribe francés se planean barcazas especializadas. Sin embargo, la limpieza con maquinaria pesada puede erosionar playas y dañar nidos de tortugas.
- Innovación: En México, se están desarrollando usos comerciales del sargazo, como biocombustibles, papel y fertilizantes, aunque la infraestructura para su manejo sigue siendo insuficiente.
- Cooperación regional: La CAF aprobó una cooperación técnica de 150,000 dólares para un programa de gestión integral del sargazo en el Gran Caribe, promoviendo investigación y financiamiento.

Perspectivas para 2025
Los expertos advierten que la temporada de sargazo, que alcanza su pico entre mayo y agosto, podría ser la más intensa en años, con estimaciones de hasta 40% más alga que en 2024.
La Unam y otros centros de investigación piden estrategias a largo plazo, como redes de monitoreo satelital y políticas para reducir la contaminación por nutrientes.