Se viene el calor y mantener tu aire acondicionado a punto es fundamental no solo para disfrutar de la frescura, sino también para cuidar tu salud y tu bolsillo. Un equipo con un buen mantenimiento opera con eficiencia óptima y prolonga su vida útil.
El filtro de aire es un componente vital de tu aire acondicionado. Si se ignora su limpieza regular, puede acumular polvo y suciedad. Esta acumulación puede contaminar el aire que respiramos, facilitando la propagación de virus y bacterias.
Además, un filtro sucio reduce la capacidad de enfriamiento hasta un 10% y obliga al equipo a consumir más energía para alcanzar la temperatura deseada, lo que se traduce en un mayor desgaste del compresor. Si notás un olor raro, podría ser moho, indicando la necesidad de una limpieza urgente. Lo ideal es limpiar los filtros al menos dos veces al año, pero si el uso es frecuente, se recomienda hacerlo cada mes o cada dos o tres semanas.

Cómo limpiar tu aire acondicionado split, paso a paso:
- Desconectá la electricidad del equipo antes de iniciar cualquier limpieza para evitar riesgos.
- Abrí el panel frontal de la unidad interior y retirá los filtros de aire con cuidado.
- Limpiá los filtros sacudiendo el polvo superficial y luego lavándolos con agua fría o templada y jabón neutro. Evitá productos químicos agresivos. Es crucial dejarlos secar completamente al aire antes de reinstalarlos para prevenir la formación de moho y malos olores. Si los filtros están demasiado sucios, es recomendable comprar unos nuevos.
- Aletas de refrigeración y bobinas: Con los filtros fuera, limpiá las aletas metálicas con un pincel húmedo, moviéndolo siempre de arriba hacia abajo para no dañarlas. Podés rociar un spray antifúngico para esterilizar y prevenir el moho.
- Unidad exterior: No te olvides de la máquina que está afuera. Sacale el polvo y la suciedad acumulada (como hojas o plumas) de las aletas con un pincel y agua, siempre en dirección de arriba a abajo.

Consejos para un uso eficiente y responsable del aire acondicionado
- Temperatura ideal: En verano, configurá el aire entre 24°C y 25°C. Subir solo 1°C en el termostato puede generar un ahorro de energía superior al 25%.
- Complementá con ventiladores: El uso de ventiladores, especialmente de techo, puede producir una sensación de descenso de temperatura entre 3°C y 5°C, lo que te permite sentirte cómodo sin bajar tanto la temperatura del aire.
- Cerrá todo: Mantené ventanas y puertas cerradas cuando el aire esté prendido para evitar pérdidas de frío. Asegurate de que no haya filtraciones de aire por grietas o burletes deteriorados; los burletes de compresión de goma espuma autoadhesivos son una solución económica para esto.
- Tecnología Inverter: Si estás pensando en cambiar tu equipo, considerá la tecnología inverter. Estos equipos regulan la velocidad del compresor, lo que puede reducir el consumo de energía entre un 30% y un 50% en comparación con los sistemas tradicionales.
- Gas refrigerante: Es fundamental saber que el gas refrigerante no se “gasta” y no necesita recarga periódica. Solo debe recargarse si hay una fuga, la cual debe ser localizada y reparada por un profesional matriculado. Si tu aire no enfría como antes o tu factura de electricidad sube sin razón, podría haber una fuga.