El supuesto cerebro de una banda que aprendió a cometer asaltos violentos contra choferes de transporte de pasajeros por aplicaciones fue detenido este domingo por la Policía de Córdoba en su vivienda de barrio Villa Martínez, en la Capital.
Se trata de Javier Ismael Sánchez, alias “el Monchi”, un joven de 19 años que habría conocido al “Gringo”, otro sospechoso de integrar la patota, en la Unidad de de Contención del Aprehendido (UCA). Según la sospecha, ambos se conocieron en ese establecimiento mientras estaban presos por asaltos y armaron una pandilla para llevar adelante numerosos ataques violentos contra choferes.
Según se cree, la patota ya cometió numerosos atracos contra conductores de Uber en la Capital y, en ese marco, llegó presuntamente a herir a un policía que manejaba uno de esos vehículos.
La información salió a la luz en un informe publicado por La Voz, luego de que una víctima de la patota de ladrones logró reconocer a los sospechosos en una foto.
Otra fuente informante que pidió no ser revelada aportó detalles sobre la intimidad de la banda.
Vale destacar que no se trata de la única organización que actúa con esta modalidad en la ciudad de Córdoba.
Según altas fuentes de la Policía, es una estrategia delictiva que cobró fuerza en los últimos meses.
Emboscadas contra choferes
Los delincuentes se aprovechan de la falta de medidas de seguridad que tienen los choferes de Uber, los convocan en puntos céntricos de la ciudad y se hacen llevar a sitios alejados para despojarlos de sus pertenencias.
Uno de los últimos asaltos se registró en la madrugada del domingo, en barrio Bajo Pueyrredón, zona sudeste de la ciudad capital. Un grupo de ladrones asaltó a un policía que manejaba un Uber y el efectivo, en ese momento de franco, hirió a uno de ellos de un disparo en una pierna.
El ladrón, menor de edad, debió ser trasladado al hospital Tránsito Cáceres de Allende, donde quedó internado con pronóstico reservado. En tanto, continúa la investigación para dar con el resto de la banda.
Nada parece indicar que se trate de la misma banda que fue objeto de una investigación periodística en estas páginas.
Patota aceitada
Volviendo a la revelación de la información publicada en este medio, el fiscal de instrucción Horacio Vázquez ordenó una pronta investigación. Los investigadores lograron establecer elementos que los llevaron hasta la casa de Sánchez.
En el marco de un allanamiento, investigadores policiales detuvieron al sospechoso y secuestraron teléfonos celulares y elementos de gran valor probatorio.
Este lunes, la causa pasó a manos del fiscal de instrucción Ernesto de Aragón, quien tendrá la difícil tarea de reconstruir un historial delictivo que, aunque se presume corto, pareciera ser vertiginoso.
Aún son buscados dos cómplices del cerebro de la banda, apodados “el Gringo” y “el Mechi”.
Los tres habrían atacado a G., un conductor de Uber que el 4 de julio fue abordado en la zona del shopping Patio Olmos. El trío lo llevó hasta barrio Las Violetas, zona oeste de la ciudad de Córdoba, donde lo golpearon y le dispararon al menos dos veces. La bala rozó su oreja izquierda cuando estaba echado sobre el asfalto, hecho un “bollito”, según relató ante este medio.
G. pudo identificar a sus victimarios en imágenes públicas de los asaltantes. Esa acción precipitó la investigación, que llevaba días de desarrollo.
Una nueva información provista por una fuente informante ubicó al mismo trío en otro ataque, esta vez en Villa Boedo, una barriada emplazada en la zona sudeste de la Capital.
La banda llevó hasta la Manzana 32 de la barriada a un policía que presta servicios para la aplicación DiDi, y al arribar por el servicio lo atacaron por la espalda. Le pegaron un balazo en la mano izquierda y un culatazo en la cabeza.
El hombre está fuera de peligro y su testimonio será crucial para avanzar en el reconocimiento de todos los actores que pudieran haber participado en el atraco.
Un nuevo caso
Tras la publicación en estas páginas de la información que expuso a la banda, una nueva víctima de la pandilla se contactó con este medio.
S. (se resguarda su identidad) es chofer de Uber y dijo haber sufrido un asalto en manos de esta banda conformada presuntamente por Sánchez, por “el Gringo” y por “el Mechi”.
El robo se perpetró el 29 de diciembre a las 23.45.
“Me salió un viaje de una tal ‘Karen’, que pidió un auto desde el Patio Olmos hacia barrio San Ignacio, zona oeste de la Capital. Lo agarré porque vivo en barrio Villa Urquiza, a unas 12 cuadras aproximadamente de donde era el destino de la pasajera, y me quedaba cómodo”, contó.
Pero, al llegar al punto de partida, se subió un joven que se presentó como el hermano de Karen. Adujo que su pariente había pedido el viaje porque él no tenía crédito.
“Subió con varias bolsas de compras de casas de ropa de marca. Dijo que se iba al cumpleaños del otro hermano, que cumplía 18 años, y que hacía tres meses que no lo veía porque estaba viviendo en Villa María”, recordó la víctima.
Cerca del punto de destino había una reunión familiar con personas mayores, niños y mujeres. El pasajero le preguntó si podía dejarlo unos metros más adelante, porque quería llegar de sorpresa.
“Al avanzar unos metros, sacó un arma y me pegó un culatazo en el pómulo, mientras sacaba el contacto de la llave del auto y de afuera aparecían dos más, que se metieron rápidamente adentro y comenzaron a pegarme”, reconstruyó.
En ese momento, lo sacaron del vehículo, lo tiraron al suelo y se escaparon a toda marcha. La gente de la fiesta, que aparentemente nada tenía que ver con este robo, fue quien auxilió a S. y lo llevaron hasta su vivienda.
“Hice la denuncia correspondiente aportando todos los datos y el relato más detallado de lo que había sucedido. El 23 de febrero, se comunicó conmigo el seguro del auto y me dijo que había aparecido. Lo estaban usando para robar y había quedado detenido el conductor, por encubrimiento”, comentó.
Al vehículo, un Renault Sandero, le habían cambiado las ruedas y tenía un choque.
