Se cumplen 22 días de la desaparición de Lian Gael Flores Soraire, el niño de 3 años que apenas caminaba solo, pero falta de su hogar desde el sábado 22 de febrero, cuando su familia fue a dormir la siesta en una vivienda desvencijada de un cortadero de ladrillos en la localidad de Ballesteros Sud, zona este de la provincia de Córdoba.
Alrededor de la casa donde Lian no volvió jamás ya se removió el terraderal del cortadero, se recorrieron los sembradíos de maíz y soja que rodean la zona, se revisaron los hornos, y se rastrilló la zona con perros y drones que captan la temperatura del cuerpo humano desde el cielo.
Sin embargo, tras esta inexplicable desaparición aún no hay ni detenidos ni imputados. La Justicia, dicen quienes tienen acceso a la causa, procesó imágenes de cámaras de seguridad y “barrió” las comunicaciones en los celulares: tienen una línea de investigación clara, aunque no están dispuestos a hablar sobre ella.

La familia vive días de profundo dolor. La madre de Lian rompe en llantos durante episodios imprevistos de ansiedad y pánico. Quiere a su hijo otra vez en casa. Para colmo, no se explican por qué la Justicia no los acepta como parte querellante de la causa.
En ese seno familiar se habla de dos posibilidades: que el chico sea víctima de un secuestro extorsivo o de trata y que a Lian lo haya atropellado un auto (en la Justicia no se desestima ninguna hipótesis, pero no es esta la vía que se sigue).
La abogada de la familia, Florencia Giuzio, habló sobre esto en las últimas horas: “Lian solía jugar en un chiquero que estaba a pocos metros del camino. Y los movimientos que se observan de una supuesta camioneta que entró, son en el camino, al lado de este chiquero. La camioneta retrocede y vuelve a salir por donde entró. Entendemos que se puede haber tratado de un siniestro, y que alguien se desesperó, y se lo llevó”, concluyó.
Lo cierto es que los pesquisas casi no duermen desde aquel sábado: “Dimos vuelta la ‘zona cero’. No faltó letrina por revisar”, contaron a este medio con el espíritu cansado.
En el caso trabajan de manera conjunta el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba y el MPF de la Nación, que crearon un equipo conjunto de investigación (ECI) con el fin de continuar, coordinar y fortalecer las investigaciones.

Está compuesto por los fiscales provinciales, Isabel Reyna y Nicolás Gambini, la fiscal federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona y los fiscales federales a cargo de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, María Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.
Lo más firme que pueden decir los fiscales, al menos por ahora, es que “Lian no se encuentra en la llamada ‘zona cero’”.
En esas lenguas de tierra seca, donde a cada cinco metros se pueden hallar pozos u hornos para cocinar los ladrillos que siguen apilados –mientras ya nadie puede ingresar al predio para comprar la producción–, no se pudo encontrar al niño, como así tampoco en las largas hectáreas sembradas que separan al terreno del pueblo.
Por su parte, los fiscales intervinientes optaron mayormente por el silencio, a diferencia del caso Loan, el niño desaparecido en la provincia de Corrientes con quien es inevitable tejer comparaciones. En esa otra búsqueda, los funcionarios realizaron permanentes declaraciones para relatar el avance de la causa.
La línea de tiempo
Desde el primer momento en que se reportó la desaparición de Lian, en la tarde del 22 de febrero cuando su familia llamó al 101, las autoridades desplegaron un intenso operativo de búsqueda que sigue activo hasta el día de hoy.
“La investigación nunca se detuvo y actualmente hay una línea de investigación clara que está siendo seguida por los fiscales a cargo”, aseguraron los pesquisas aunque sin dar mayores detalles sobre cuál sería esta línea firme.
Tras la denuncia de la desaparición, de inmediato, se activó un operativo en la llamada “zona cero”, donde se desplegaron equipos de patrullaje rural, el DUAR, Gendarmería y la Policía Federal. A la par, la fiscalía tomó intervención y se iniciaron los primeros rastrillajes con apoyo de perros rastreadores y personal especializado.
En cuanto a esos primeros minutos, altas fuentes investigativas aseguraron que la llamada se receptó a las 19.45. “Se recibió la alerta de desaparición y se inició la comunicación con las fuerzas de seguridad. A las 20.02 se notificó a la fiscalía y se activó la intervención judicial. A las 20.30 se movilizaron los primeros equipos de patrullaje rural y unidades especializadas en la zona cero”, explicitaron.

A las 21, agregaron, llegaron al lugar los primeros perros rastreadores y bomberos voluntarios. Desde esa medianoche, se desplegó el personal de Gendarmería y la Policía Federal para reforzar el operativo, acompañados por autoridades de alto rango –incluido el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros– que se presentaron en el lugar para coordinar esfuerzos.
Con el paso de los días, la búsqueda se intensificó y se coordinó con fuerzas federales para ampliar el radio de investigación.
Se activó la Alerta Sofía, un mecanismo de emergencia que solo ha sido implementado en seis ocasiones desde su creación en 2018. Además, se realizaron oficios judiciales a Google y al FBI para obtener información sobre las últimas conexiones de dispositivos y triangulación de antenas.
La búsqueda se siguió ampliando a distintas provincias, como Jujuy, y a establecer controles en pasos fronterizos. De hecho, hoy rige una alerta específica en los pasos fronterizos. ¿A Lían lo secuestraron? La pregunta queda flotando en el aire y nadie se atreve a afirmar conclusiones.
También sigue vigente una recompensa de 20 millones de pesos para quienes aporten información clave. Todas estas medidas han sido coordinadas por fiscales provinciales y federales, en un trabajo conjunto sin precedentes que involucra a organismos nacionales e internacionales.
Quienes tienen acceso a la investigación aseguraron que se recibieron llamadas a la línea 134 que habilitaron las autoridades para recoger pistas sobre la posible desaparición. De allí también emergieron pautas, aunque se fueron alejando de la principal hipótesis que llevarían adelante los fiscales.
A pesar de los esfuerzos, hasta el momento no se ha determinado si Lian sigue con vida. Las autoridades de Seguridad repiten una misma consigna: “Hay que esclarecer el caso y evitar que la desaparición quede impune”.