Un hombre de 36 años fue condenado a 12 años de cárcel por haber abusado sexualmente de tres familiares directas. El depravado, quien se ganaba la vida como chofer de aplicaciones, fue sentenciado en un juicio abreviado realizado en Tribunales II de Córdoba.
A pesar de la gravedad de los hechos y del conmovedor testimonio de una de las víctimas, el hombre no mostró ni el más mínimo arrepentimiento.
No pidió disculpas. No se inmutó: se mostró con frialdad, según dijeron fuentes que presenciaron el acto.
Al frente suyo tuvo a una de sus víctimas, que pertenece al círculo íntimo familiar, cuando leía una carta en la que manifestaba su dolor y anunciaba que “cortaba para siempre el vínculo” con él.
La adolescente, que este mismo miércoles celebraba su cumpleaños, decidió usar este día tan especial para cerrar un capítulo de horror en su vida. Un capítulo que se abrió cuando el hombre abusó de ella y de otras dos parientes directas, adolescentes, durante años.
Vale explicar que tanto el nombre del condenado, así como los datos filiatorios con las víctimas, se resguardan para evitar una revictimización de las denunciantes.
Un patrón de horror: abusaba de sus parientes directas
El caso llegó a la Justicia gracias a la valentía de las víctimas y a la intervención de la abogada querellante, Fernanda Alaniz, quien junto a la propia esposa del sujeto se presentó ante el Polo de la Mujer para formalizar la denuncia.
A partir de ese momento, lo que parecía ser una denuncia aislada se transformó en un escándalo que dejó al descubierto una serie de abusos que se extendieron por más de una década.
En las denuncias, quedó expuesto como un presunto depredador silencioso. Es decir, un hombre que parecía llevar una vida normal en el barrio Miralta, zona sudeste de la ciudad de Córdoba, pero que detrás de la fachada, escondía una conducta atroz.
El modus operandi era siempre el mismo: el abuso dentro de su círculo familiar más íntimo.
Las denuncias que salieron a la luz involucran a sus parientes más directas, que fueron abusadas entre los 13 y los 14 años una, y a otras dos, que fueron atacadas cuando tenían entre 7 y 11 años.
Los abusos sexuales se habrían extendido desde 2013 hasta 2025, aprovechando la convivencia con las víctimas.

La primera denuncia que se presentó en el Polo de la Mujer, en representación de las víctimas, relata que una de las adolescentes, envuelta en miedo y confusión, soportó los ataques durante meses hasta que decidió hablar.
Cuando esto sucedió, la esposa del acusado escuchó la confesión.
La mujer, que desconocía por completo el horror que se escondía hacia dentro de las puertas de su casa, convocó a una reunión familiar en la que salieron a la luz los abusos contra las otras dos menores, perpetrados durante años.
La bronca de las víctimas: “Un sabor agridulce”
El hombre se presentó el pasado miércoles ante la Cámara 2° del Crimen y acordó la pena en un juicio abreviado.
Aunque la querella había pedido entre 13 y 15 años de cárcel, el fiscal Juan Ávila Echenique, de la fiscalía de delitos contra la Integridad Sexual de 1er Turno, y la Cámara 2, llegaron a un acuerdo con la defensa por 12 años.
La decisión judicial no fue bien recibida por las víctimas, que no están conformes con la condena.
“Sentimos un sabor agridulce”, dijeron. Las menores que sufrieron los abusos opinaron que la condena “no es suficiente para reparar el daño” que esta persona les causó.
“Aunque las condenas se multipliquen por 7 no estaríamos conforme. Pero esto es demasiado. Son muy pocos años para una persona que violó una y otra vez”, dijeron desde el entorno de las víctimas.
“Quedan las infancias destruidas y los recuerdos que ninguna niña debería tener que soportar”, lamentaron.
Nuevas denuncias: “Es un violador serial”
Por otra parte, Alaniz confirmó que, más allá de la condena, el hombre deberá seguir afrontando la responsabilidad por sus hechos. Y adelantó que hay dos nuevos casos que salieron a la luz en el último mes y que podrían derivar en nuevas denuncias en contra del condenado.
Una de las causas es por abuso sexual con acceso carnal en contra de una expareja del abusador, y otra investigación está en curso por un presunto abuso en contra de otro familiar directo del hombre, menor de edad.

“Desde un principio habíamos hablado de un violador serial. A quien tenía al frente abusaba”, expresó Alaniz, insistiendo que es un depredador sexual que actuó en silencio durante años.
“Lo novedoso de esto es que hay dos nuevos hechos más, independientemente de este juicio. Y que además podrían conocerse otros nuevos casos. Es grave la situación”, sostuvo Alaniz.
¿Quién es el chofer de Uber que seguirá preso?
El violador es padre de tres hijos y hasta su detención trabajaba como chofer de transporte a través de aplicaciones.
Vivía en el barrio Miralta y mantenía una vida aparentemente normal, según las declaraciones de quienes dijeron conocerlo.
Durante la indagatoria, había negado los hechos, pero la contundencia de los relatos y las pericias psicológicas realizadas a las víctimas confirmaron la gravedad de las acusaciones, lo que lo llevó a la prisión preventiva en la cárcel de Bouwer.
Finalmente, confesó su culpa y esto llevó a la actual condena que deberá pagar con cárcel efectiva.