Una masajista de 65 años fue detenida en la localidad bonaerense de Puan acusada de un caso de extorsión que duró más de 18 meses. La mujer, identificada como Stella Maris Distel, amenazaba a un cliente y vecino del pueblo con divulgar fotos íntimas que había capturado sin su consentimiento durante videollamadas privadas.
La aprehensión se concretó en las últimas horas y estuvo a cargo de la división de Delitos Complejos y Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El caso resultó particularmente llamativo por los inusuales pedidos que exigía la mujer a la víctima, un hombre de 51 años, a cambio de no difundir las imágenes. Según fuentes judiciales, los requerimientos de la sospechosa incluían un aspecto económico, normal en estos episodios, pero también estaba relacionado con comestibles: pedía tortas, facturas y postres en general como parte de la extorsión.
En cuanto al dinero, la masajista exigía al hombre montos que rondaban entre los $10.000 y $50.000 mensuales, como si fuera un sueldo. Se estima que, en total, logró sacarle más de tres millones de pesos. A esto se sumaba la exigencia de que le enviara postres y tortas a su vivienda. Amenazado, el hombre también se vio obligado a comprarle electrodomésticos y celulares, así como otros objetos como un reloj, un taladro y una balanza digital.
Las amenazas se extendieron desde mediados de 2023 hasta fines de 2024, o entre noviembre de 2022 y el mismo mes de 2024. Según una fuente del caso, la masajista le decía al hombre que “todo el pueblo” iba a conocer esas imágenes si no accedía a sus demandas.
Cansado de la situación, la víctima realizó la denuncia a fines de 2024. Se abrió una investigación por “extorsión por chantaje y amenazas” a cargo del fiscal Rodolfo De Lucía de la UFIyJ N.º 20 de Bahía Blanca, y Ricardo Gutiérrez del Juzgado de Garantías N.º 3. En diciembre, se ordenó un allanamiento en el domicilio de la sospechosa, donde se secuestraron elementos de interés, incluyendo celulares y dispositivos electrónicos, que confirmaron los hechos. Tras las pericias, se otorgó una nueva orden de registro en la casa, donde finalmente se concretó la detención de la mujer.
Según una fuente, este caso se considera “sexting”, una conducta que figura en una ley nacional pero no está tipificada en el Código Penal. Por este motivo, la masajista será indagada por extorsión, un delito que contempla una pena mínima de 5 años de prisión.
