Cuando el reloj marcó las 6 del miércoles, un matrimonio que habita en una vivienda del barrio Villa Belgrano, zona noroeste de la ciudad de Córdoba, se despidió como lo hace habitualmente cada jornada.
El hombre salió a correr y, minutos más tarde, una banda fuertemente armada ingresó al domicilio para alzarse con un botín millonario para luego escapar.
El robo ya es investigado por la fiscalía a cargo de Jorgelina Gutiez, quien ordenó numerosas pesquisas para dar con los autores del golpe que, en apariencia, habría sido perfectamente calculado.
Entre las acciones policiales que se llevaron a cabo durante las primeras horas de la investigación, sobresalió un importante operativo desplegado en un hotel alojamiento ubicado en el camino al aeropuerto.
Sucedió que, en el marco de la búsqueda de los delincuentes y el cruce de información, se recibió una llamada a la Policía que daba cuenta sobre “sospechosos del robo” en el motel.
Efectivos del grupo Eter, en medio de un amplio operativo, entraron a la habitación y dieron con una pareja que mantenía relaciones.
A media mañana se estableció que había sido un traspié investigativo.
Por el momento no hay detenidos ni imputados por el asalto.
Robo millonario en Villa Belgrano
Todo se originó cuando un grupo de ladrones armados irrumpió a primera hora de la mañana en una vivienda de Villa Belgrano.
Con conocimientos sobre el dinero, la familia y la vivienda en sí, la banda arribó y logró entrar cuando el hombre se ausentó.
Mediante gritos y amenazas, los ladrones redujeron a una mujer. Actuaron rápido y de forma precisa.
La víctima fue atada a una silla por los asaltantes, quienes comenzaron a exigirle la entrega de una importante suma de dólares, según señalaron fuentes de la causa.
En minutos, los delincuentes se hicieron del efectivo y escaparon a toda velocidad presuntamente en un vehículo y sin dejar mayores pistas.
Cuando el hombre regresó a la casa, se encontró con el cuadro.
Tras una llamada telefónica, arribaron varias patrullas de la Policía al domicilio y se activó un amplio operativo. Mientras jefes policiales comenzaron a dialogar con la víctima sobre la banda, se dio el alerta a las patrullas y se comenzaron a analizar cámaras de seguridad.
Las primeras filmaciones analizadas permitieron determinar que el grupo contó con apoyo externo.
La pista falsa del hotel
Mientras se realizaban averiguaciones en Villa Belgrano, el dueño de casa habría contestado una llamada de una persona que le ofrecía una pista firme sobre el lugar donde se encontraban presuntamente los delincuentes.
Con ese “dato”, varias patrullas acudieron al lugar: un hotel alojamiento camino al aeropuerto.
Fuentes de la causa señalaron que el conserje aseguraba haber escuchado a una pareja que, dentro de la habitación, hablaba de armas.
Arribaron patrullas y hasta efectivos del grupo Eter.
Cuando las fuerzas especiales intentaron acceder a la habitación, la pareja se metió en el baño del cuarto.
Con el paso de los minutos, arribaron numerosas patrullas policiales y decenas de efectivos. Todo era confusión. Se llegó a hablar de rehenes, lo cual era falso.
Incluso, llegaron el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros y varios jefes policiales. Afuera, y en medio de un amplio cerco, quedaron los periodistas.
Tras algunas negociaciones, los uniformados entraron y comprobaron que no había tal banda de ladrones ni armas ni dinero.
Aun así, la pareja fue trasladada, al igual que el conserje y los trabajadores del hotel, a declarar a una unidad judicial. Nadie quedó detenido.
El vehículo fue requisado por los investigadores.
Ahora la fiscalía deberá determinar si hubo, o no, algún grado de responsabilidad en este hecho, aunque los pesquisas se muestran escépticos y creen que se trató de una pista errada en el marco del operativo.
Tras la banda
El robo está en manos de pesquisas policiales y judiciales.
Los detectives tienen en claro que los ladrones manejaban información de sus víctimas, como el dinero, la salida temprano del hombre y detalles de la casa, entre otros puntos.
“Se movieron como si lo hicieran al compás de un cronómetro, con pasos muy certeros y movimientos que podrían dejar inferir que conocían por dónde debían moverse”, señaló una alta fuente de la causa.
Si bien en la fiscalía no descartan ninguna hipótesis, fuentes con acceso a la investigación estiman que alguien con acceso al domicilio, no necesariamente emparentado o con un vínculo de amistad, podría haber sido “datero”. ¿Es alguien que trabajaba con asiduidad en la vivienda? Aún no se sabe, pero es una de las vías que exploran los pesquisas.


























