El vecino de 83 años que fue golpeado de manera salvaje durante un asalto ocurrido en su casa de Villa Carlos Paz el pasado 31 de agosto recibió el alta médica en las últimas horas. Estuvo más de un mes internado en el Hospital Militar de la ciudad de Córdoba. Su recuperación fue lenta y compleja y, aunque logró sobrevivir, quedó con secuelas físicas y emocionales que marcarán el resto de su vida.
La noticia de su mejoría se vio rápidamente opacada por un nuevo dato que generó una fuerte conmoción en la ciudad: la detención de un efectivo policial que prestaba servicios en la Departamental Punilla, acusado de haber participado en la planificación del violento robo.
A su vez, otro expolicía fue detenido por la Justicia. La causa prosigue y se busca a más sospechosos.
En Villa Carlos Paz, donde D.P. —como se identifica a la víctima para preservar su identidad— es un vecino querido y respetado, nadie puede entender cómo un grupo de delincuentes llegó a ensañarse con él de tal manera.
Durante el asalto, los ladrones lo golpearon con una brutalidad inusitada mientras le exigían dinero y objetos de valor.
“Le gritaban que entregue todo, no paraban de pegarle”, relató su esposa, quien también estaba en la vivienda cuando irrumpieron los ladrones.
Según su testimonio, los dos hombres tenían tonada porteña, un detalle que orientó las primeras líneas de investigación.
A pesar de que los autores materiales del ataque aún no fueron detenidos, la investigación avanzó sobre una pista clave que terminó involucrando a efectivos de la Policía.
Por orden del fiscal Ricardo Mazucchi, este miércoles fue arrestado Wilson Mansilla, un agente en actividad señalado como presunto cómplice de la banda que ideó el golpe junto a otro sospechoso: el exintegrante del escuadrón motorizado Facundo Bruno.
Uniformados bajo sospecha
Según fuentes judiciales, Mansilla habría sido el encargado de brindar información interna para garantizar que no hubiera presencia policial en el sector de la ciudad donde se encuentra la casa del matrimonio asaltado. De esa forma, los delincuentes habrían actuado con la seguridad de no ser interceptados.
El primero en caer fue el padre de Facundo Bruno, luego de que los investigadores detectaran, mediante el análisis de cámaras de seguridad, la presencia de un vehículo de su propiedad frente a la vivienda de las víctimas durante la franja horaria del robo. Además, en un teléfono celular se halló una selfie en la que aparecían Facundo y su padre a pocas cuadras del lugar del hecho, minutos antes del ataque.
A partir de esos elementos, la fiscalía logró determinar que se trataba de una banda compuesta presuntamente por al menos cuatro integrantes: un policía en funciones, un exefectivo con antecedentes y los dos hombres encapuchados que ingresaron a la vivienda.
La investigación, según trascendió, fue “minuciosa y silenciosa”, e incluyó cruces de llamadas, peritajes de celulares y el relevamiento de decenas de cámaras en distintos puntos de la ciudad.
Mansilla fue finalmente detenido después de que los peritos accedieran al contenido del teléfono de Bruno, donde se descubrió una extensa conversación de mensajes mantenida durante las horas en que el matrimonio fue asaltado.
Esos intercambios resultaron determinantes para vincularlo con la organización del golpe.
Un matrimonio destrozado
“Mi papá quedó con secuelas de todo tipo, con un cambio de vida rotundo. Ahora esperamos que se haga justicia y que la gente pague por lo que hizo”, expresó la hija de la pareja en diálogo con El Doce. La mujer señaló que la familia atraviesa un momento de profundo dolor y desaliento.
“Sabemos que serían dos policías, y eso nos desconcierta. Nos deja en un estado de absoluto desamparo, porque se supone que son ellos quienes deben cuidarnos”, dijo con indignación. También remarcó que “no se trata sólo del robo, sino de la violencia con la que actuaron contra dos personas de más de 80 años”.
El alta médica del hombre se dio “por precaución”, explicaron desde el entorno familiar, para evitar que continuara expuesto a virus intrahospitalarios luego de más de treinta días de internación. Su recuperación, sin embargo, demandará un largo proceso de rehabilitación física y psicológica.
Los detenidos y sus antecedentes
A Wilson Mansilla lo arrestaron este miércoles alrededor de las 14, cuando llegaba a cumplir funciones en la sede de la Departamental Punilla. Fuentes policiales confirmaron que la detención se produjo sin resistencia y que el agente fue inmediatamente separado de su cargo.
Días antes, los investigadores habían logrado detener a Facundo Bruno, exintegrante de la fuerza, quien al momento del allanamiento intentó deshacerse de un segundo teléfono celular, aunque no lo consiguió. Ese aparato fue secuestrado y su análisis resultó clave para identificar la participación del policía en actividad.
Los Bruno —padre e hijo— cuentan con antecedentes por distintos hechos delictivos, entre ellos robos y hurtos cometidos años atrás en el Valle de Punilla. Ahora, se sospecha que actuaron como apoyo logístico de los dos encapuchados que ingresaron a la casa, mientras Mansilla cumplía el rol de “informante” desde adentro de la fuerza.
El caso generó un profundo impacto en la comunidad carlospacense, no sólo por la violencia del ataque, sino por el hecho de que estén involucrados efectivos policiales. “Es una sorpresa horrenda que afecta a la confianza pública”, señalaron fuentes judiciales.
Mientras la causa sigue avanzando bajo la órbita del fiscal Mazucchi, la familia de D.P. espera que las detenciones sean el primer paso de una investigación que cumpla con el reclamo de justicia