La Justicia intensifica la investigación tras el hallazgo de huesos humanos en una casa del barrio de Coghlan donde residió el icónico músico Gustavo Cerati entre 2001 y 2003. Fuentes cercanas al caso revelaron a TN que la hipótesis de un posible homicidio cobra cada vez más fuerza, y las miradas ahora se centran en una familia vecina.
El descubrimiento, ocurrido hace más de un mes, tuvo lugar en una fosa de 1,20 metros de largo, 60 centímetros de ancho y 40 de profundidad, ubicada en la medianera con el edificio contiguo a la casona demolida y el chalet vecino que está bajo investigación. Personas allegadas al fiscal Martín López Perrando, a cargo del caso, destacaron la anormalidad de la situación: “Nadie entierra a nadie en el fondo de su casa, salvo una cuestión extraña. En una casa en la mitad de la ciudad, en el año 90... es raro”.
El rol clave de un reloj digital vintage
Un reloj digital con calculadora, marca Casio, modelo CA-90, encontrado junto a los restos óseos, ha provocado un giro fundamental en la investigación. Este modelo de reloj fue lanzado al mercado entre 1981 y 1982, pero no llegó a Argentina hasta 1992.
Fuentes de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº61, que lleva adelante la investigación, explicaron la importancia de este hallazgo: “Ese reloj fue vendido en el país en 1992. Por el número de serie tenemos cuándo se vendió y otros datos, con lo cual, ese reloj nunca pudo estar ahí antes de 1992”. Esto significa que, en el peor de los casos, si el entierro ocurrió el mismo día de la compra del reloj, la fecha del suceso sería del año 92 en adelante. La fiscalía también busca determinar si el mecanismo del reloj puede indicar cuándo se detuvo, lo que podría acotar el plazo del evento.
Vecinos bajo la lupa y próximos pasos
La atención recayó sobre una familia vecina que habita al lado de la casona desde los años 70. Actualmente, en esa casa vive una señora de unos 90 años con dos hijos, uno de los cuales tiene domicilio a pocos metros.
Por el momento, el fiscal López Perrando aguarda los resultados de los análisis sobre las piezas óseas encontradas. Paralelamente, se está trabajando en obtener un registro exhaustivo de todas las personas que vivieron en las propiedades vecinas a lo largo de los años. La fiscalía está utilizando servicios, el Registro Civil y agencias para identificar a quienes tuvieron domicilio allí, con el objetivo de “hacer el abanico lo más grande posible para después empezar a preguntar”.