Uno de los enigmas criminales más complejos de Córdoba cumple ya un mes: la desaparición de Anahí Ester Bulnes (36). A la docente, madre de tres chicas, se le perdió todo rastro aquel 5 de diciembre de 2022 cuando se fue de su casa en barrio Altos Sud de San Vicente, en Córdoba Capital. No se la vio más.
La fiscalía abocada al caso y los cuerpos investigativos entienden que la mujer tuvo el peor de los finales. Sospechan que fue asesinada por un hombre y que su cuerpo fue hecho desaparecer.
Hay un detenido. Se trata de Santiago Campos Matos (37), padre de un par de nenas y quien se ganaba la vida como cocinero de una panadería.
Está imputado por ahora de homicidio. La fiscal Eugenia Pérez Moreno lo mandó a la cárcel de Bouwer.
Para los investigadores, Anahí y Campos Matos se habrían encontrado en la esquina de Olmos y Santiago del Estero, pleno Centro de Córdoba, en la madruga de aquel 5 de diciembre.
No eran pareja. No eran amigos. Fue un encuentro personal y circunstancial.
Para la pesquisa, ambos caminaron unos 100 metros y entraron al departamento de él, en la planta baja de un edificio ubicado en la esquina de Olmos y bulevar Guzmán, a metros de Costanera.
Ella vestía de negro. Eso se ve en una filmación de una cámara de seguridad de la Policía.
Sin embargo, Anahí nunca más salió de allí caminando por la puerta de adelante. Él sí.
Eso se sabe por la misma cámara del domo policial. Otra filmación lo muestra a él saliendo, por lo menos, una vez más con una bolsa o un bolso varias horas después.
Campos Matos permanece detenido desde el lunes 26 de diciembre. Aquel día, su departamento fue allanado por pesquisas de la Policía.
En el lugar se hallaron manchas de sangre (no muchas) en el piso y en algunas paredes.
También se secuestraron cuchillos y herramientas manuales. Esos elementos, además de otras cosas secuestradas de ese domicilio, fueron enviados a Policía Judicial para exámenes periciales.
A la par, se ordenaron estudios de ADN a rastros de sangre. Los resultados del Ceprocor estarán en un par de días y se esperan con ansiedad. El estudio es complejo y demanda tiempo.
Entre todas las cosas que llamaron la atención en el departamento del acusado es que tenía un colchón de una plaza relativamente nuevo. Era algo sugestivo. Hay novedades.
¿A dónde lo tiró y por qué?
En las últimas horas, los pesquisas de la causa obtuvieron una información que encendió alertas: el acusado, poco después del 5 de diciembre, se deshizo de un viejo colchón de una plaza.
Luego, se compró otro. Esa información se la dio a una allegada. Se habría justificado con que el colchón estaba viejo y le molestaba para dormir.
Los pesquisas sospechan que en realidad se habría querido desechar de un objeto que podría complicarlo y mucho. Temen que en ese colchón podría haber rastros de la mujer desaparecida.
El colchón está siendo buscado, pero no lo encuentran. No se sabe si fue sacado entero o de a pedazos. Quizá fue quemado.
Según trascendió, el sospechoso también se habría desecho de prendas propias y elementos viejos. Hizo una limpieza general del lugar e incluso de la cama, como señaló una fuente del caso. Otra fuente remarcó que el sospechoso usó varias bolsas de consorcio para las tareas de limpieza.
“Cuando se concretó el allanamiento, el sujeto tenía colchón nuevo... Casi sin uso. Una mujer que era allegada suya comentó que él le había dicho que tuvo que tirar ese colchón viejo”, señaló una fuente con acceso a la pesquisa. Hay dos versiones. Una señala que le habría dicho que se le había manchado y otra da cuenta que habría referido que no lo dejaba dormir bien.
Campos Matos tenía conocimientos de las cámaras de seguridad de la zona.
En ese marco, no descartan que quizá pudo haberse desecho de elementos por una parte lindera del edificio, donde ya no hay cámaras apuntando.
Otra fuente de la causa reveló que Campos Matos “hizo una limpieza general del departamento” y se deshizo de “un colchón de una plaza, ropa propia y elementos viejos”. ¿Por qué? ¿Para qué?
Lesiones y faltazo al trabajo
En el marco de esta compleja causa, como ya se informó, los pesquisas pudieron determinar que después del 5 de diciembre, Campos Matos faltó al trabajo (una panadería) por al menos cinco días.
A algunas personas les dijo que lo habían asaltado. A otras, les contó que se había peleado con un naranjita.
Es que, al parecer, el hombre presentaba lesiones en el cuerpo.
Cuando fue detenido, a los policías les llamó la atención ciertas lesiones de tipo defensivas en sus brazos.
El otro punto que les llamó la atención fue hallarle en el departamento, además de libros extraños y huesos de animales, un folleto por la búsqueda Anahí. Era uno de los volantes que la agrupación Ni Una Menos había realizado y repartido en una de las marchas.
Búsqueda y rastrillajes
Tras la detención de Campos Matos, y ante el reclamo de familiares y allegados de la mujer, como así también de distintas organizaciones, se intensificaron los rastrillajes en distintos puntos.
Esa tarea fue realizada por policías y por bomberos. También se usaron perros adiestrados.
Se buscaron rastros en la Costanera, en cercanías del Hospital de Urgencias, en los viejos molinos próximos a la terminal de ómnibus, en descampados de la zona, se buscó en el Suquía y hasta se hizo un rápido operativo en el predio de enterramiento sanitario, donde diariamente se arrojan toneladas de basura.
En el marco de esas búsquedas se hallaron prendas de mujer, pero no está claro si eran de Anahí.
A la par de ese trabajo, está la otra compleja pesquisa que llevan adelante los investigadores policiales y judiciales, buscando testimonios, pruebas, datos, información que permita echar luz o que sirva de guía para otra información que sirva para la causa.
Celulares y computadora
En el marco de la pesquisa, se analiza su celular y la computadora persona. Se sabe que el hombre tenía intereses macabros. Tanto así que visitaba páginas y se contactaba con personas afines.
Nueva marcha por justicia
Mientras tanto, este jueves a la tarde está prevista una nueva marcha en reclamo del esclarecimiento del caso. Será a las 19 en la plaza de la Intendencia de Córdoba.
Está organizada por familiares, amigos y allegados de Anahi, como así también por parte de la comunidad educativa donde ella daba clases y por organizaciones sociales, como el Ni Una Menos.
Con el asesoramiento de la abogada Daniela Morales Leanza, la familia de Anahí es parte querellante en la causa. Días atrás, su padre y una hermana reclamaron que se investigue a fondo y se esclarezca lo sucedido.