Mientras se espera que el Juez de Control, Diego Ortiz, decida sobre el destino final de la resonante causa de Nora Dalmasso (51), si la acción está prescripta o puede continuar la investigación, el acusado Roberto Marcos Bárzola designó un nuevo abogado.
Según confirmó la Fiscalía de Instrucción, el nuevo imputado se presentó este lunes acompañado por el letrado del foro local Zacarías Ramírez Rigo, quien a partir de ahora estará a cargo de su defensa.

Bárzola, quien trabajó como parquetista en la casa de los Macarrón en el año 2006, quedó involucrado en la causa por dos pruebas de ADN. Luego de que la Justicia absolviera al viudo Marcelo Macarrón, el caso pasó a manos del fiscal Pablo Jávega quien investigó, por primera vez, a quién pertenecían restos genéticos hallados en el cinto de la bata con el que ahorcaron a la mujer.
Se hicieron pruebas a 45 personas y el ADN de Bárzola dio positivo. Además, se comprobó que su perfil genético también se corresponde con el de un vello púbico hallado en la entrepierna de la mujer.
El fiscal Pablo Jávega dijo que se le hicieron tres cotejos genéticos, uno derivado del mapeo, luego una pericia y finalmente el ADN mitocondrial y todos dieron positivos.
A esto se suma que Bárzola cuando declaró como testigo, en el 2006 y en el juicio a Macarrón, admitió haber estado el 26 de noviembre del 2006 (día del crimen) frente a la casa de Dalmasso. Dijo haber ingresado con su moto al porche porque llovía pero que nadie lo atendió y se fue.
Como imputado, se abstuvo luego de declarar. Sus primeros abogados, Cristian Titarelli y Aquiles Rodriguez pidieron la prescripción de la causa porque han transcurrido más de 15 años del homicidio (se cumplieron 18 en diciembre).
Los hijos de la víctima, Facundo y Valentina, y el viudo, Marcelo Macarrón, rechazaron la prescripción y también lo hizo el fiscal Pablo Jávega. “No se puede aplicar la prescripción de manera que consagre la impunidad, particularmente cuando las demoras procesales no son atribuibles a las víctimas o a las partes que buscan justicia sino a circunstancias que escapan a su control”, dijo Jávega.
En contra de la prescripción las partes aluden a los años que estuvieron perseguidos por la Justicia los propios integrantes de la familia Macarrón, a los tiempos de inactividad que tuvo la causa, a que debe primar el derecho a la vida y, fundamentalmente a que el caso nunca perdió interés social.
Quien debe decidir si Bárzola puede seguir siendo investigado es el juez de Control, Diego Ortiz, que no tiene un plazo perentorio para hacerlo.