Este martes, Gendarmería detuvo en una casa del country Terralagos, en Buenos Aires, a R.J.Z., de 53 años, señalado como jefe de una megared de lavado de dinero vinculada al juego ilegal, según informó Infobae.
De acuerdo la causa, el detenido habría creado más de treinta sociedades ficticias para blanquear al menos U$S 4.471.290 en vehículos y firmas, una cifra que el fiscal federal de Hurlingham, Santiago Marquevich, eleva a más de U$S 7 millones y $ 17 mil millones.
La investigación, a cargo de Marquevich y del auxiliar fiscal Eduardo Suárez, con intervención de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), se originó por el aporte de un informante de fuerzas federales.
El dato inicial apuntó a R.J.Z., identificado en el circuito de apuestas clandestinas por canalizar efectivo vía financieras y colocarlo en empresas pantalla.
Cómo operaba la estructura y el golpe en el country
Según fuentes del caso, el entramado incluía un gimnasio, una firma de seguridad y constructoras, entre otras treinta sociedades con prestanombres, varios hoy entre los 18 detenidos, dos notificados y al menos veinte prófugos.

“En un mismo día creaba tres o cuatro firmas fantasma, sin locales y con direcciones compartidas”, describieron las mismas fuentes.
Durante los allanamientos en Terralagos, la Gendarmería desplegó un dron y detectó a un hombre que cargaba una valija en una camioneta y salía a toda prisa.
El vehículo fue interceptado: llevaba $ 12 millones. No era R.J.Z., sino J.G.V., de 48 años, vecino de Virrey del Pino y uno de sus colaboradores más cercanos.
A R.J.Z. lo arrestaron en su lote del barrio privado, donde vivía desde hacía un año, tras dejar su Virrey del Pino natal y un cargo en la Municipalidad de La Matanza.
En esa zona, el líder de la banda, usaba gente del barrio y destacaba la figura de su hijo, J.E.Z., de 20 años, con empresas y bienes a su nombre.
Plataformas, rutas del dinero y bienes
Para los investigadores, el salto hacia “la plata fácil” habría sido en 2014 con una inyección de U$S 40 mil y el auge llegó en 2019 con “Celuapuestas”.
El análisis patrimonial reconstruyó una estructura jerarquizada que gestionaba múltiples plataformas de juego ilegal, entre ellas “celuapuestas.com” y su versión “space”, donde se promocionaban y vendían fichas por apps de mensajería.
El efectivo recaudado ingresaba a cuentas y billeteras digitales de familiares, empleados o personas sin capacidad económica, para camuflar el origen y reinyectarlo en el circuito legal.
El único negocio que aparentaba actividad era un gimnasio en Virrey del Pino, administrado por la pareja de R.J.Z.
“Cada inmueble que adquirían se transformaba en galpones y depósitos; inscribieron una distribuidora y compraban productos para estoquearse”, detallaron.
La causa sigue con pruebas contables en curso, medidas de captura para los prófugos y pericias financieras sobre vehículos, inmuebles y sociedades presuntamente usadas para blanquear.