La caza furtiva de un yaguareté en Formosa generó una gran indignación y preocupación entre los defensores del medio ambiente y los proteccionistas de animales. Este trágico evento ocurrió este lunes cuando un cazador cobró la vida de uno de los pocos ejemplares de esta especie en peligro de extinción, que es protegida por leyes nacionales y provinciales.
El yaguareté, que fue cazado y desollado, habitaba en la selva de la provincia de Formosa, en la zona norte de Estanislao del Campo. Según el Ministerio de la Producción y Ambiente de Formosa, este felino era uno de los apenas cinco ejemplares que se estima quedan en la región.
Las autoridades lograron detener a los presuntos autores del crimen, quienes ahora están bajo la investigación del Juzgado de Instrucción y Correccional de la ciudad de Las Lomitas, a cargo de Gabriela Soledad Plazas. La funcionaria judicial destacó que las imágenes del yaguareté muerto fueron cruciales para avanzar en la investigación y proceder con las detenciones.
El operativo para capturar a los responsables se llevó a cabo en colaboración con diversas entidades, incluidas la Unidad Ejecutora de Proyectos Especiales (UEPE), la Unidad Especial de Asuntos Rurales (UEAR), y el personal del Ministerio de la Producción y Ambiente.
Yaguareté: una especie en extinsión
El yaguareté es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del león y el tigre asiático. En Formosa, esta especie fue declarada Monumento Natural Provincial por la Ley 1673 y Monumento Natural Nacional por la Ley 25463. Sin embargo, enfrenta una amenaza crítica debido a la pérdida de hábitat, el atropellamiento en rutas y la caza ilegal, tanto de los yaguaretés como de sus presas.
La muerte de este yaguareté no solo representa una pérdida para la biodiversidad de la región, sino también un golpe significativo para los esfuerzos de conservación. El yaguareté juega un papel crucial en el ecosistema, regulando las poblaciones de otros vertebrados y manteniendo el equilibrio ecológico.
En Argentina, se estima que quedan menos de 250 yaguaretés, con solo 20 individuos distribuidos en la región chaqueña, que abarca las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.
La jueza Gabriela Soledad Plazas adelantó que se hará un seguimiento exhaustivo de la causa judicial para asegurar que los responsables sean sancionados adecuadamente. Además, se buscará la colaboración de organizaciones de protección animal y ambiental para actuar como querellantes en el caso.
Este incidente subraya la necesidad urgente de fortalecer las medidas de protección y concientización sobre la importancia de conservar esta especie emblemática y en peligro de extinción. La comunidad local y las autoridades están llamados a redoblar esfuerzos para proteger a los yaguaretés restantes y garantizar un futuro sostenible para esta especie vital en el ecosistema.
