Un hecho trágico conmocionó a la localidad de Aguará Grande, en el departamento San Cristóbal, Santa Fe, en la madrugada del 20 de mayo de 2025.
Iván Eduardo Mangold, un apicultor de 41 años oriundo de San Cristóbal, murió tras recibir un disparo accidental mientras cazaba chanchos jabalíes en un campo rural.
Según las primeras investigaciones, otro cazador, un trabajador rural de 47 años, lo habría confundido con un animal en la oscuridad, desencadenando una tragedia que ha puesto en alerta a la comunidad sobre los riesgos de la caza nocturna.
Un accidente en la oscuridad del monte
El suceso ocurrió en un predio rural donde dos grupos de cazadores, que no se conocían entre sí, coincidieron en la búsqueda de jabalíes, una práctica común en la zona debido a la proliferación de esta especie considerada plaga.
Según la fiscal Silvina Verney, Mangold había ingresado al campo junto a su primo con el permiso del dueño, mientras que el otro grupo, incluido el autor del disparo, accedió por otro sector, posiblemente sin autorización.
“Es habitual entre cazadores pasarse el dato de dónde hay chanchos jabalíes en el monte”, explicó Verney en declaraciones a La Capital.
Mangold, equipado con un visor nocturno, estaba agazapado esperando a su presa cuando recibió el disparo mortal. Su primo, que se encontraba a unos 600 metros, corrió hacia él tras escuchar el disparo, pero lo encontró agonizando. Pese a la rápida intervención de la Guardia Rural “Los Pumas” y los servicios médicos, no pudieron salvarle la vida. La autopsia está en curso para determinar la trayectoria del proyectil y confirmar las circunstancias de la muerte.
Homicidio culposo y una investigación en marcha
El autor del disparo, identificado como un trabajador rural de Aguará Grande, fue detenido brevemente y luego liberado bajo condiciones, tras colaborar con las autoridades desde el primer momento.
La fiscal Verney lo imputó por homicidio culposo, un delito que podría acarrear una pena de uno a cinco años de prisión, dado que no hay indicios de intencionalidad ni riesgo de fuga.
“No se pidió prisión preventiva porque el imputado se presentó y no hay entorpecimiento probatorio”, afirmó la fiscal en diálogo con LT10.