La Policía de la Ciudad desarticuló este martes una banda de “naranjitas VIP” que operaba en las cocheras subterráneas del Carrefour ubicado sobre la avenida Juan B. Justo, frente al estadio José Amalfitani.
Los implicados aprovechaban un convenio legal entre el hipermercado y la empresa Seeker Parking, que alquila 300 plazas para eventos. Sin embargo, utilizaban esos espacios para un negocio paralelo: cobraban entre $ 30 mil y $ 40 mil por cada vehículo.
Ocho hombres y una mujer quedaron detenidos y enfrentan una causa por asociación ilícita y estafas.
Naranjitas cobraban hasta $ 40 mil en el show de Shakira
La banda no actuaba en la vía pública. Ofrecía un estacionamiento bajo techo, a unos 100 metros del estadio, durante los recitales.
Los automovilistas eran guiados hasta el Carrefour por integrantes de la organización, que entregaban un papelito con la palabra “sindicato” como contraseña.
Ese pase reemplazaba al código QR que debería validar el acceso legal adquirido por la web de Seeker Parking.
Detectives que realizaban tareas encubiertas observaron el mecanismo y documentaron cómo se desviaba a los conductores hacia el subsuelo del hipermercado.
Empleados involucrados y el rol de la barra
Según fuentes del Ministerio de Seguridad porteño, en el esquema participaban empleados infieles del supermercado, de la empresa de parking y barrabravas de Vélez.
En el subsuelo recibían a los automovilistas el encargado de Seeker Parking y el jefe de seguridad del sector del hipermercado, quienes derivaban a los clientes hacia el cobrador.
Allí actuaba un agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF), identificado también como integrante de “La Pandilla”, la barra del club. Era quien exigía los pagos de $ 30 mil a $ 40 mil.
Dos empleados de Carrefour, fuera de su horario laboral, colaboraban acomodando los vehículos.
El operativo policial y el avance de la causa
El procedimiento fue realizado por la División Contravenciones y Faltas, en el marco del operativo de seguridad por el recital de Shakira.
Tras las detenciones, el auxiliar fiscal Sebastián Alberto Corral Galvano ordenó el secuestro de los celulares y de unos $ 100 mil que tenía el cobrador del SPF, además de su credencial.
Como sanción adicional, el Ministerio de Seguridad aplicó el derecho de admisión: dos años de prohibición de ingreso a estadios para los implicados.
La punta del ovillo: “El que maneja todo es José”
Durante el operativo, uno de los detenidos señaló que “el que maneja todo es José”, identificado como delegado gremial del Sindicato de Comercio.
El propio sindicalista quedó atrapado por otro detalle: llamaba insistentemente a los miembros de la banda, sin saber que sus teléfonos estaban incautados. Cuando se presentó en el estacionamiento para ver qué ocurría, fue detenido.
La investigación avanzará en torno a la red que operó durante los últimos recitales en Vélez, mientras la Justicia define responsabilidades y grados de participación de los implicados.
