Un precinto de la Afip alterado llevó a la cárcel en Córdoba a tres paraguayos. Los descubrieron en la localidad de Holmberg cuando contrabandeaban 400 cajas de cigarrillos ocultos en bolsas de carbonilla desde su país con destino a Chile y valuadas en más de 11 millones de pesos.
El juez del Tribunal Oral Federal N°1 (TOF) de Córdoba, Jaime Díaz Gavier, actuando de forma unipersonal, los condenó a cuatro años de prisión en un juicio abreviado.
Sospecha, perros y vuelta a la ruta
La primera sospecha se registró en Formosa. Cuando el camión Scania modelo 113 que había partido desde la localidad de Chacoy, Paraguay, arribó al control de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) - Aduana en San Ignacio de Loyola, en la localidad formoseña de Clorinda, los funcionarios notaron una anormalidad.
Según el Manifiesto Internacional de Carga, Declaración en tránsito Aduanero (MIC/DTA) Nº 020184, el vehículo transportaba carbón vegetal, de la empresa Carbosur SA. Al fiscalizar el camión con el escáner de rayos X, observaron algo extraño en la carga declarada en los ejes traseros del semirremolque.
Para profundizar la búsqueda, el 13 de diciembre de 2018, utilizaron un perro antinarcóticos debido a que el carbón vegetal, de acuerdo con lo que declaró uno de los agentes que intervino en el operativo, se encuentra catalogado para elementos de “riesgo” para ocultar drogas.
Pero también se analizó el semirremolque ante la posibilidad del ingreso de mercadería no declarada entre la carga legal. Los agentes rompieron el precinto para apreciar la carga y detectaron una particularidad: las bolsas de carbonilla no estaban apiladas una encima de la otra –como normalmente se acostumbra– sino estaban acondicionadas en forma vertical.
Eso permitía que entre una y otra se creara un espacio vacío, que era lo que se diferenciaba del resto de la carga que tenía el semirremolque. Revisaron varias bolsas con el escáner y sumaron perros a la búsqueda de sustancias ilegales.
Sin embargo, al no encontrar elementos extraños, reprecintaron el camión y le permitieron seguir el tránsito.
Cargamento
Dos días después, la noche del 15 de diciembre, la Gendarmería Nacional controló el camión a la altura de Holmberg. Los efectivos notaron que, en este caso, el precinto de seguridad declarado había sido adulterado (cortado), por lo que registraron la carga y descubrieron 400 cajas de cigarrillos ocultas bajo la carga de carbón declarada.
Las 400 cajas (de 50 paquetes cada una y dentro de ellas, 10 etiquetas) estaban divididas en 97 marca Hills, 100 marca Carnival (Blue-Silver), 153 marca Fox y 50 marca VIP, todas de origen y fabricación paraguayas valuadas en poco más de 11,6 millones de pesos argentinos.
De acuerdo con la investigación, el camión ingresó a la Argentina con el carbón, pero los cigarrillos fueron insertos con posterioridad tras introducirlos al país en algún paso clandestino indeterminado.
Al momento del operativo, el camión era conducido por Luis Almada Gaona (24), quien estaba acompañado por su hermano Alan Adalberto Almada Gaona (31) y Juan Vera Almada (25), todos choferes.
El juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, ordenó el procesamiento y prisión preventiva de los tres por contrabando agravado, lo que fue ratificado por la Sala A de la Cámara Federal de Córdoba.
En el juicio abreviado acordado con el fiscal General antel TOF N°1, Maximiliano Hairabedian, los imputados admitieron el delito y fueron condenados a cuatro años de prisión por contrabando agravado (por el número de personas y por el valor de plaza de la mercadería extranjera).
Al momento de imponer las penas, el juez Díaz Gavier ponderó que no acumulaban antecedentes penales y que uno de ellos tiene baja instrucción educativa y perdió a sus padres a los seis años.
Antecedente familiar
En otro caso, el padre de los Almada, Luis Alberto Almada Ramírez, fue noticia internacional en abril de 2019 cuando cayó Paraguay acusado de integrar una organización narco que traficaba drogas a la Argentina.
Las autoridades locales detectaron un camión Scania, con un semirremolque, con un doble fondo con la marihuana oculta, según publicó el medio ADN Paraguayo.
Para realizar la operación, utilizaban el taller mecánico, donde se efectuaba el ensamblado de las partes metálicas que cubrían el piso de los camiones.
