A 15 años y siete meses del homicidio de Nora Dalmasso (51), la Cámara del Crimen 1 de Río Cuarto no sólo absolvió al viudo Marcelo Macarrón del delito de homicidio por encargo. A pedido del fiscal de Cámara, Julio Rivero, también declaró a Dalmasso víctima de violencia de género y dispuso remitir las actuaciones al ministerio público para que prosiga la investigación en búsqueda de la verdad.
“El asesino pudo haber estado preocupado hasta el 26 de noviembre de 2021, cuando se cumplieron 15 años operó la extinción de la acción penal por prescripción. Pero como fiscal le digo al asesino que no hay prescripción que esté por encima de la verdad”, proclamó Rivero.
El expediente recaería en el fiscal del primer turno, Pablo Javega. Pero, si se descubriera quién fue, no podría ser condenado (salvo que hubiera tenido cualquier otra imputación en los últimos años).
El antecedente Flores
El antecedente que citó Rivero es el caso del niño Alejandro Flores (5) desaparecido en 1991 en Río Cuarto.
El fiscal Javier Di Santo logró establecer que había “motivo bastante” para imputar a los policías Mario Gaumet y Gustavo Funes por atropellar al pequeño y esconderlo hasta su fallecimiento (homicidio culposo y encubrimiento) y logró importantes testimonios sobre cómo habrían sucedido los hechos. Pero pidió sus sobreseimientos por prescripción.
En 2014, la Corte ordenó profundizar la investigación para esclarecer la muerte del niño y también que se investiguen “los acontecimientos que pudieran haber entorpecido la marcha del proceso y dilatado la pesquisa”. “La extinción de la pretensión penal no implica desentenderse de la obligación del Estado de asegurar el derecho de los padres de la víctima a conocer la verdad de los hechos”, definió.
En 17 años, ninguno de los policías admitió el hecho ni colaboró con la Justicia para ayudar a encontrar los restos del niño, que fue intensamente buscado desde los rincones más pobres del conurbano bonaerense hasta en campamentos gitanos en Chile.
El fiscal Rivero citó como antecedente ese caso Flores para pedir que continúe la investigación del homicidio de Nora Dalmasso.
En el veredicto, la Cámara del Crimen le dio acogida al pedido y el 5 de agosto se conocerán los fundamentos.
Cómo sigue, si sigue
Se presume que, una vez consolidada la resolución, la causa llegará al fiscal Pablo Jávega. “Si me remiten antecedentes, cuando lo efectúen, estaré en condiciones de estudiar si corresponde a la Fiscalía intervenir y en su caso, qué margen de acción o vectores de investigación pueden adoptarse. Hasta ahora no lo he recibido”, expresó Javega.
En Tribunales, las opiniones están divididas. Mientras unos sostienen que el recurso del fiscal Rivero sólo apuntó a disminuir las críticas ante el homicidio impune, otros confían en que la declaración de Nora Dalmasso como víctima de violencia de género habilitará una investigación “preferente”.
En favor del derecho a que se continúe la pesquisa se destacan tratados internacionales a los que adhiere la Nación, y estándares fijados por el Tribunal Superior de Justicia. Se apunta, por ejemplo, que en el delito de lesiones en contextos de violencia de género, no se habilita el juicio a prueba (probation) porque “la mujer tiene derecho a que se aclare la verdad”.
Expectativas y contrapuntos
En noviembre del 2021, cuando prescribía la posibilidad de continuar investigando al autor material del homicidio de Dalmasso (o eventuales cómplices de Macarrón) surgió una fuerte desinteligencia entre dos fiscales. Luis Pizarro dijo haber derivado “el remanente” del expediente a Jávega en 2019, y éste aseguró que a él nunca le asignaron la causa.
En el juicio, el defensor de Macarrón, Marcelo Brito, denunció que la investigación de los supuestos adláteres y los presuntos falsos testimonios quedó “cajoneada”, guardada en la fiscalía de Jávega en un armario del que sólo tenía llave la secretaria de Pizarro.
Cuando se lo consultó a Pizarro sobre el particular, dijo que no continuó con la causa porque “las líneas investigativas conexas no dieron resultado; algunas provenían de una denuncia anónima, de alguna especulación nuestra y no dieron resultado”.
Una de las pruebas en las que se basó el fiscal Rivero para pedir la absolución del viudo, fue el testimonio de forenses que ratifican que en la escena del crimen hubo sexo consentido (por lo que no habría actuado un sicario). Eventualmente, un nuevo fiscal deberá decidir si profundiza y avanza con esa pista o, como Pizarro, da por “agotada” la investigación.
Revictimizados
“Creemos en los juicios por la verdad y necesitamos la verdad”, afirmaron a La Voz los hijos de la víctima, Facundo y Valentina, la semana anterior. Valoraron también, la definición de su madre como víctima de violencia de género. “Hubo mucho prejuicio e ignorancia”, resumieron.
Los hermanos pidieron investigar a un presunto amante de su madre. Enfatizaron que, como mujer, Nora tenía libertad sexual y más allá del valor que le dé la sociedad a la monogamia, no es revictimizarla pedir que se investigue si fue asesinada en el contexto de una relación con una persona violenta.
Tras la absolución de su padre, volvieron a apuntar contra el empresario Miguel Rohrer. El abogado de Rohrer, Federico Guerrieri, asegura que a su cliente “ya se lo investigó, se demostró que estuvo en Buenos Aires, y hasta dio negativo su estudio de ADN”.
La madre de Nora, María Delia Grassi, en la última declaración (no incorporada al juicio porque fue tomada por Pizarro sin control de parte) también señaló al empresario y a “un clan”, con “integrantes que están en la cúpula del gobierno”. Luego tuvo un ACV y no pudo hablar más, ni ser querellante.
Sobre la imagen de su hija, “Nené” Grassi denunció que sólo faltó que se hiciera un pozo en la plaza central y la taparan con materia fecal. “Cuán grande tendría que ser ese pozo para que nos metamos todos ahí adentro y nos revolquemos todos en la misma mierda en la que revolcamos a Nora Dalmasso, desde hace 15 años. Y cuando digo todos, digo todos”, concluyó el fiscal Rivero en su alegato.
