Como ocurrió en 1961 con el jerarca nazi Adolf Eichmann durante el proceso que en Jerusalén lo condenó a la horca por genocidio, este lunes con medidas de seguridad similares, se inició a partir de las 10.20 en Córdoba el juicio al múltiple asesino serial argentino Roberto José Carmona (62) por su cuarto homicidio, que puede llevarlo a una nueva condena a prisión perpetua.
Lo particular que une a ambas historias es una de las tantas precauciones que se han tomado para abrir el debate: los acusados se encuentran en un cubículo vidriado que los separa del resto de las personas que asisten a la audiencia.
La conocida imagen del “arquitecto del Holocausto” en el tribunal israelí de alguna manera se asemeja con un Carmona encerrado en un compartimento “casi blindado” que fue construido en los últimos días especialmente para que comparezca ante el tribunal de la Cámara 3ª del Crimen de Córdoba.
Qué dijo Roberto José Carmona en su declaración
En sus primeras palabras en el interrogatorio al cual fue sometido, Carmona no solo admitió haber asesinado a Bocalón sino que además, a la hora de contarlo, lo hizo con una frialdad absoluta. “Yo le di a elegir entre su vida y el taxi, él priorizó el auto, su auto y eso fue lo que pasó”, relató sin inmutarse.
Las palabras de Carmona, audio Mitre 810
“Yo soy un lobo solitario, un depredor suelto en una ciudad que conozco poco, hice lo que tenía que hacer. Lo que pasó es porque él eligió el auto y provocó ese choque”, remarcó el criminal.
Y agregó además que le pagó a guardiacárceles de Chaco para esconder dos cuchillos en un televisor que trajo del penal de esa provincia.
Los crímenes de Carmona antes de llegar a este juicio
Carmona ya acabó con las vidas de la adolescente Gabriela Ceppi (1986) y de sus compañeros de prisión Héctor Bolea (1994) y Demetrio Pérez Araujo (1997). Ahora, el juicio es por el crimen del taxista Javier Rodrigo Bocalón, quien tenía 45 años cuando se topó con el pasajero Carmona en diciembre de 2022.
Por el primero y tercero de esos asesinatos recibió dos prisiones perpetuas; por el segundo, 16 años de prisión. No obstante, ya fue declarado reincidente y tiene la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado.
Quien ha recibido duros calificativos como “monstruo” o “hiena humana”, en Argentina sólo comparte la triste fama con otro multiasesino: “el Ángel” Carlos Robledo Puch (72), quien entre 1970 y 1972 cometió nada menos que 11 homicidios despiadados. Está en la cárcel de Olmos, hace más de medio siglo que no conoce la libertad y no hay juez que se atreva a darle soltura.
Con una década de diferencia, ambos son nacidos en enero y capricornianos. Carmona tiene 62 años y hace más de 38 que está encerrado.
Sin embargo, aun en prisión ha seguido con su costumbre de matar, como lo hizo con dos compañeros de encierro y por cuestiones pueriles.
Las dos veces que estuvo en libertad -cuando mató a la joven de 16 años y al taxista Bocalón- tras los asesinatos continuó con sendos raídes delictivos, con robos, amenazas y heridas. Las dos víctimas de esos homicidios fueron muertas sin contemplación. En el caso de la mujer, fue secuestrada, se especula que violada y luego ejecutada de un disparo de arma de fuego; el trabajador del volante falleció prácticamente degollado cuando lo trasladaba mientras se fugaba de quienes lo custodiaban sin mayores cuidados.
El crimen del taxista Bocalón
Se jugaba la semifinal de la Copa del Mundo de Fútbol, la siesta del martes 13 de diciembre de 2022, en Qatar. Como muchos argentinos y televidentes de todo el mundo, en barrio Las Violetas estaba un monitor encendido en la casa de la esposa de Carmona, Ángela Etudiez. El marido-condenado había llegado a visitarla desde la prisión del Chaco, como parte de un extraño régimen “interprovincial” de salidas transitorias para garantizar encuentros íntimos de pareja.
Lo había escoltado una comisión de guardiacárceles chaqueños a quienes les importó más saber qué pasaba con la suerte de Lionel Messi y sus “muchachos” que las obligaciones de su trabajo: evitar el escape del preso más peligroso de la Argentina.
Los penitenciarios chaqueños almorzaron y a la hora del partido le creyeron nada menos que a Carmona que se retiraba a dormir la siesta. Aparentemente con la ayuda de Ángela, el asesino serial huyó y tras alejarse unas cuadras abordó el taxi de Bocalón y lo atacó. Descontrolado, el vehículo chocó contra dos columnas de madera y quedó inutilizado.
Luego se sucedieron una seguidilla de episodios que el evadido emprendió para continuar su huida. Amenazó a una pareja, les robó su auto, chocó a otro vehículo, escapó de a pie, trató de robarle el automóvil a dos mujeres y finalmente la Policía lo atrapó en la vía pública. Habían transcurrido sólo dos horas y el peligroso delincuente había provocado un inmenso daño en el breve lapso en que estuvo sin custodia.
Carmona se había ido de Córdoba por razones de seguridad, después de sobrevivir a la furia asesina de compañeros de presidio en el motín de la Penitenciaría de barrio San Martín. Recluido en una jaula -la “lorera”- casi al aire libre, le encontraron mejor destino en Chaco.
Ahora, después del escape y el crimen de Bocalón, se asegura la posibilidad de retornar a Córdoba.
Otro intento de fuga
Volviendo el tiempo 20 días antes de su último traslado a Córdoba para visitar a su mujer, se registró un chat de WhastApp que forma parte de una causa judicial. Carmona se comunicó con Ángela y le comentó que había roto un alambrado de la prisión de Sáenz Peña y que había llegado hasta un cerco del que estuvo a punto de huir. Llevaba una cuchilla que había sustraído, un teléfono y otros elementos que había robado.
En un diálogo de WhatsApp, Carmona le confiesa a Ángela que para no romperse las piernas en el último cerco, y pensando en ella, desistió de escapar.
Pero más llamativo es que le relata con detalles que logró escaparse mientras los guardiacárceles chaqueños estaban viendo el partido de Argentina con México, el 26 de noviembre de 2022. Pocos días después, en similares circunstancias, pero jugando de local, Carmona se escapó de los penitenciarios chaqueños y volvió a matar.
El juicio que viene
Hay que aclarar que por la “evasión” de Carmona no serán juzgados por ahora los guardiacárceles y Ángela Etudiez.
Este lunes, cuando el tribunal de la Cámara 8ª del Crimen integrado por Marcelo Jaime, Eugenio Pérez Moreno y Juan Manuel Ugarte inicie el debate, el acusado estará encerrado dentro del cubículo que mide aproximadamente un metro y medio de cada lado por algo más de dos metros de altura. Detrás de él estarán los guardiacárceles que tratarán de que no escape ni agreda a nadie.
Los familiares de la víctima -representados por el abogado Carlos Nayi- ya han sido advertidos de estas medidas de seguridad y están al tanto de lo que se está haciendo para resguardar la integridad de los presentes como así también el debido proceso judicial.
Con importante presencia de medios de comunicación, la acusación en el juicio estará a cargo del fiscal de cámara Hugo Antolín Almirón.
Con relación al desarrollo de la primera audiencia, existen muchas expectativas respecto de cuál será el temperamento que pueda asumir el acusado una vez que se inicie el debate y el presidente del tribunal Marcelo Jaime lo interrogue con relación a sus condiciones personales.
Así, algunos recuerdan lo que hizo durante sus dos primeros juicios en Córdoba, cuando les faltó el respeto a los jueces y ni se inmutó sobre lo que le preguntaban. No se trataba de una abstención de declarar sobre los hechos de la acusación: se negaba a hacer caso a las preguntas del tribunal sobre su nombre, apellido y otras condiciones sobre la persona que iba a ser juzgada.
En cambio, hay otras opiniones que también reniegan sobre otra característica de Carmona: su deseo de protagonismo. Entienden que pueda tomar la palabra para hablar de sí mismo. Cuando cayó por el crimen de Ceppi en el verano de 1986, le siguió durante años un alto índice de fama, con una legión de mujeres que le enviaban cartas y pedían estar con él.
También entienden algunos que el silencio absoluto ya es motivo suficiente para hacerse notar.
El acusado estará defendido por el asesor letrado oficial Aníbal Zapata que tendrá la difícil tarea de representar a un reo muy reo y de afrontar una acusación difícil de revertir ante prueba contundente a cargo del instructor Horacio Vázquez: un homicidio calificado que tiene muchas probabilidades de convertirse en la pena máxima.
De ser así, será una mancha más al historial de prisiones perpetuas que el múltiple asesino viene acumulando.
