Este miércoles, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Avellaneda, Buenos Aires dictó una condena de 21 años de prisión contra Juan Alberto García Tonzo. El policía fue hallado responsable del asesinato de Bastián Escalante Montoya, un niño de 10 años que murió baleado en medio de un tiroteo.
Además de la pena de cárcel, el oficial, cuya condición policial agravó el caso, fue inhabilitado por una década para ejercer cargos públicos.
La investigación determinó que García Tonzo fue declarado culpable de dos cargos principales: “homicidio agravado con arma de fuego” por la muerte del niño, y “tentativa de homicidio con el uso de arma y exceso de la legítima defensa” en relación con los cuatro motochoros que intentaron robarle.
Los detalles del crimen
Según reveló la pesquisa, la víctima, identificada como Bastián Nehemías Escalante Montoya, recibió dos balazos provenientes del arma reglamentaria del uniformado.
El trágico suceso ocurrió cerca de las 20.15. Bastián regresaba a su casa en bicicleta de jugar al fútbol, acompañado por su mamá, cuando la situación escaló violentamente.
El policía, que se encontraba de franco y vestido de civil, fue abordado por cuatro ladrones que se movilizaban en dos motos, quienes intentaron robarle su vehículo, una Bajaj Rouser NS 200. En ese instante, García Tonzo sacó su arma y disparó. Lamentablemente, dos de los impactos alcanzaron el cuerpo del niño que pasaba por la calle.
Peritos explicaron que el proyectil ingresó por la espalda, específicamente por la zona del omóplato izquierdo, y salió por el cuello.
Desesperante traslado hospitalario
Ante el ataque, un patrullero se convirtió en una improvisada ambulancia, utilizando la caja del vehículo para trasladar al menor al Hospital de Pronta Atención de Wilde.
Sin embargo, los profesionales de la salud allí determinaron que no podían brindarle atención por falta de recursos. El niño fue trasladado al Hospital Perón, donde se constató el fallecimiento.