Al final, todo terminó en otro juicio abreviado. En un debate inicial, habían recibido condena 36 acusados y ahora aceptaron el mismo trámite seis de los principales miembros de la asociación ilícita integrada, entre otros, por exdeportistas “famosos” que hacían autorrobos de autos para cobrar los seguros.
La causa fue bautizada por los investigadores “Operativo Leyenda” porque en la organización se inscribían exdeportistas de renombre, entre ellos el exboxeador Gabriel Alejandro “Garza” Funes y el exdelantero de Talleres Alejandro “Tanque” Kenig. Un prolijo trabajo de investigación de meses dirigido por el fiscal Iván Rodríguez al mando de un grupo de sabuesos policiales permitió nutrir al expediente de abundante prueba. Al momento de “caerles” fue posible detener a casi medio centenar de involucrados en una banda que se dedicaba a la sustracción, venta y reducción de automotores.
En marzo de 2020 fueron condenados 36 integrantes de esta banda en un juicio abreviado inicial celebrado en el Juzgado de Control de Anahí Hampartzounian, con la acusación de Rodríguez. En aquella oportunidad, Funes, su hermano y unos pocos integrantes principales más de la organización no aceptaron ese trámite y fueron al juicio en cámara.
Ahora, la novedad es que este martes en la Cámara 12ª del Crimen de Córdoba recibieron condena en debate que terminó siendo abreviado seis acusados que no habían aceptado aquel “inicial”. Tras la primera acusación del fiscal Gustavo Arocena, finalmente suscribió un acuerdo con los defensores para que los acusados admitan los cargos y se les morigerara en parte los montos de pena.
Por otra parte, otros dos acusados recibieron el beneficio de la probation, entre ellos la esposa de “la Garza” Funes.
La jueza unipersonal Ana María Lucero Offredi dictó condena casi literal a lo que sostenía el acuerdo por cinco hechos de estafa. El veredicto determinó una pena de cinco años y tres meses de prisión más declaración de reincidencia para “Garza” Funes, como jefe de la organización y la autoría de tres hechos de estafa. Hay que recordar que el exboxeador ya había cumplido una condena por participar de un secuestro extorsivo.
Además, también fue considerado líder de la asociación, el hermano de “la Garza”, Franco Gustavo Funes, también responsable de tenencia de arma de fuego de uso civil, con pena de cinco años de prisión.
Como “miembros” de la asociación, fueron condenados Pablo Iván Haro, cuatro años y medio de prisión; Darío Rubén Mazzocchi, cuatro años y ocho meses; Sergio Alejandro Roldán, cuatro y medio; y Héctor Damián Tórtolo (con una estafa), tres años de prisión en suspenso. La única diferencia entre la condena y el acuerdo era que Arocena a Tórtolo le pidió esa pena pero efectiva.
Mujer aliviada
Por otra parte, hubo dos suspensiones de juicio a prueba. También habían rechazado la condena inicial otros dos acusados que no entraron al debate porque recibieron el beneficio de la probation. Ellos son Leandro José Sciara y la esposa de “la Garza” Funes, Yolanda Beatriz “Yoli” Cardozo, quien también es boxeadora.
La defensora de “Yoli” Cardozo es la abogada Noelia Ontivero, quien comentó a La Voz que su clienta purgó más de dos años y medio de prisión sólo por ser pareja de Funes. “Yo insistía desde el primer momento que esto se trataba de una cuestión de género, y que ella estaba imputada por su rol familiar, por esa razón ella no aceptó ninguno de los dos abreviados”. Finalmente, “accedí a una probation para no arriesgar la situación procesal de mi defendida”.
Hay que recordar que Cardozo había conseguido la prisión domiciliaria a los dos meses de su detención y que, en una de las instancias recursivas planteadas por Ontivero, la vocal Patricia Farías de la Cámara de Acusación entendió que la prisión preventiva de la boxeadora no estaba justificada.
Igual opinión tuvieron en cámara el fiscal Arocena y la jueza Lucero Offredi que permitieron su libertad.
Luego, vino el acuerdo de probation.
La investigación
La causa “Operación Leyendas” -conocida así por tener involucrados algunos famosos del deporte- se hizo conocida porque, luego de una ardua investigación previa, el fiscal Iván Rodríguez y personal de Sustracción de Automotores consiguieron desbaratar una asociación ilícita de 42 involucrados (o hasta 46 según las consideraciones). El grupo robaba automóviles, los “enfriaba” para luego venderlos en partes como repuestos o los enviaba enteros con la documentación adulterada al norte del país o a Bolivia.
Otras modalidades delictivas derivadas del robo de autos tenían que ver con estafas a las compañía de seguro. Algunos integrantes de la banda se quedaban con el vehículo, pagaban unos 100 mil pesos al dueño del auto robado y este luego este sumaba el monto que le reintegraba la compañía de seguros por la totalidad del valor de la unidad.
La organización delictiva tenía varios líderes y numerosos miembros con distribución de roles y tareas y contaba entre sus integrantes con algunos deportistas famosos, como el “Tanque” Kenig y el exboxeador “Garza” Funes.
También estuvo detenido el profesor de golf Carlos Dante “Caña” Romero (hermano del fallecido golfista y exintendente de Villa Allende Eduardo “Gato” Romero), quien murió durante el proceso y, por esto, fue sobreseído.
El fiscal Rodríguez preparó durante tres meses la logística y la sincronización de movimientos para que la red cayera al mismo tiempo en todos lados y no permitiera que nadie se escapara en Buenos Aires, en San Luis, en Santiago del Estero, en Córdoba, en Anisacate, en Despeñaderos, en Las Arrias y en Carlos Paz. Con el liderazgo de la División de Inteligencia Criminal, fueron necesarios nada menos que 865 efectivos para cubrir todos los objetivos.