Luego de un complejo y discutido juicio oral, la Cámara 9ª del Crimen de Córdoba, con la participación de jurados populares, terminó condenando a un joven que agredió en varias oportunidades a su beba en la terapia intensiva de una clínica privada de la zona sur.
En al menos una oportunidad, introdujo dedos de una mano en la boca de la pequeña. Todo fue descubierto por los médicos. En otra oportunidad, le fracturó un brazo.
El hombre había llegado a juicio por tentativa de homicidio calificado y esa fue la figura penal que sostuvo la fiscalía a la hora de pedir 11 años de condena. La defensa solicitó la absolución tras negar los cargos.
Finalmente, tras un discutido juicio, G. A. (su identidad no se divulga para resguardar a la beba) terminó condenado a 6 años de cárcel por lesiones graves y lesiones leves calificadas.
La criatura, afortunadamente, sobrevivió y se recupera, según fuentes judiciales. La madre de la nena defiende a su pareja.
Agresión en una terapia intensiva
Hija de una pareja de jóvenes de una población vecina a la Capital, la pequeña nació en enero de 2024. A mediados de febrero, fue internada en la clínica por una afección respiratoria aguda baja grave. Por directiva médica quedó en terapia intensiva infantil.
Llegó a estar conectada a un respirador.
Como comenzó a evolucionar, pasó a otra habitación donde pudo estar acompañada de manera alternada por mamá, papá y una tía.
Los médicos dejaron registrado que, desde que ingresó la pequeña, se le detectaron malos tratos. Por caso, una llamativa fractura en un brazo. Por caso, problemas respiratorios compatibles con malos cuidados.
El episodio central bajo discusión sucedió el 4 de marzo siguiente. La criatura no tenía ni 2 meses de vida. Faltaba poco para las 22.
A través del sistema de monitoreo central, el jefe médico de guardia detectó un “abrupto descenso de la frecuencia cardíaca y la saturación” de la pequeña. Salió corriendo y, junto a enfermeras, entró a la habitación.
El padre de la criatura -un joven robusto de casi 2 metros de altura- tenía las manos cerca de la boca de la pequeña quien tenía secreción de saliva y estaba pálida. Lograron salvarla.
La sospecha médica fue que le introdujo dos dedos.
Cinco días después, otra vez, se activó el sistema de monitoreo y los médicos entraron a la habitación.
La criatura otra vez estaba mal, pálida y su padre estaba al lado con una gasa sobre su rostro. El muchacho diría y reiteraría que le había estado limpiando la boca.
Tras estabilizar a la pequeña, el cuerpo médico alertó a la Unidad Judicial que abrió una investigación. A los días, el joven fue detenido.
La pesquisa fiscal, basada en testimonios médicos, análisis de pruebas y otros estudios lo cercaron.
Filmaciones contundentes
En el marco de la pesquisa, peritos de la Policía Judicial analizaron filmaciones de una cámara de seguridad de la terapia intensiva.
Los técnicos lograron aclarar una de las imágenes: así se apreciaba al padre introduciendo al menos un dedo de la mano izquierda en la boca de la beba, luego de mirar para todos lados y comprobar que se encontraba solo.
En otro tramo de la filmación se lo vería haciendo lo mismo y ya con dos dedos. La acción cesaba cuando entró el personal médico.
Esos registros, sumados a testimonios recabados, entre médicos y otros profesionales, fueron piedra angular de la acusación.
El hombre siempre negó todo e insistió que sólo “quería limpiar la boca de su pequeña”, al tiempo que hizo hincapié en lo “mucho que había sido buscada” su hija junto a su pareja.
La mujer siempre lo defendió.
“Intentos de asfixia”
Tras analizar la causa, los testimonios y las pruebas, la fiscal de Cámara Laura Battistelli reclamó que G.A. fuera condenado a 11 años de cárcel efectiva por tentativa de homicidio calificado.
La misma pena reclamó, por su parte, la representante legal de la menor.
En tanto, el abogado Nicolás Díaz, tras insistir que no había existido tal ataque y negar la acusación, solicitó la absolución de su defendido. De manera subsidiaria señaló que, si llegaba a ser hallado culpable, se le aplicara una pena menor por lesiones leves.
Finalmente, en fallo dividido, la Cámara desestimó la acusación por tentativa de homicidio calificado y terminó condenando al imputado a 6 años de prisión por lesiones graves calificadas y lesiones leves calificadas.
Los fundamentos se conocerán en dos semanas.
























